El índice de precios de los alimentos de la FAO se situó en agosto en un promedio de 120,7 puntos, ligeramente por debajo de su cifra revisada de julio y un 1,1 % por debajo de su valor correspondiente en agosto de 2023.
Desglosando por productos, el índice de precios de los cereales de la FAO disminuyó un 0,5 % con respecto a julio, impulsado por la caída de los precios mundiales de exportación de trigo “en un contexto de suministros del Mar Negro a precios competitivos y una producción superior a la prevista en Argentina y los Estados Unidos de América”.
Entretanto, el informe detalla que los precios mundiales del maíz se afirmaron ligeramente, debido a los efectos de las olas de calor en los rendimientos en algunas partes de Europa y América del Norte, mientras que el índice de precios de todo el arroz de la FAO aumentó un 0,6 por ciento, ya que las cotizaciones de las variedades no índicas aumentaron debido a la escasez estacional y a la apreciación de las divisas de algunos países exportadores frente al dólar de los Estados Unidos.
Por su parte, el índice de precios de los aceites vegetales de la FAO subió un 0,8 por ciento respecto a julio hasta alcanzar un máximo de 20 meses, ya que los aumentos de los precios internacionales del aceite de palma compensaron con creces la disminución de las cotizaciones de los aceites de soja, girasol y colza.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO también aumentó, un 2,2 % en agosto.
La leche entera en polvo aumentó, impulsada por un aumento de la demanda de importaciones de suministros al contado. Los precios internacionales del queso también subieron debido a una mayor demanda mundial de importaciones, mientras que las cotizaciones internacionales de la mantequilla alcanzaron un máximo histórico impulsadas por una mayor incertidumbre sobre la suficiencia de los suministros de leche en Europa occidental.
El índice de precios de la carne de la FAO disminuyó un 0,7 por ciento con respecto a julio, y los precios de la carne de aves de corral, porcino y ovino bajaron “en medio de una demanda de importaciones mediocre, incluso cuando los precios mundiales de la carne de bovino aumentaron ligeramente”.
El índice de precios del azúcar de la FAO disminuyó un 4,7 % en agosto hasta alcanzar su nivel más bajo desde octubre de 2022. La caída se vio respaldada por una mejora de las perspectivas de producción para las próximas cosechas de caña de azúcar en India y Tailandia, así como por la caída de los precios internacionales del crudo. Sin embargo, la preocupación por el impacto de los incendios en los campos de caña de azúcar en zonas clave de cultivo de Brasil provocó fuertes aumentos de los precios del azúcar a finales de agosto.
Fuente: Prensa FAO
