En agosto, las ventas de soja registraron una caída importante, ubicándose un 50% por debajo de los volúmenes máximos alcanzados durante el pico de la cosecha. Este fenómeno ha generado ciertas inquietudes en el sector agroexportador argentino. Los productores parecen estar eligiendo mantener su producción de soja o venderla al mínimo, esperando una mejora en los precios futuros.
Motivos detrás de la retención de soja
El comportamiento de los productores puede explicarse por su deseo de resguardar la soja como una reserva de valor. Según la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA), la demanda de la industria aceitera se mantiene activa todo el año, mientras que los exportadores de soja en grano actúan intensamente solo en los primeros tres meses post-cosecha. Esto crea un incentivo para los productores de esperar a potenciales subidas de precio antes de vender sus reservas de soja.
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Comparativa con la producción anterior
Hasta mediados de agosto, los productores habían vendido 26,1 millones de toneladas de soja, lo que representa el 52% de las 50,5 millones de toneladas cosechadas. En comparación, el año pasado a la misma altura, se habían vendido 11,9 millones de toneladas, el 48% de la producción, y en 2022, 22,3 millones de toneladas, el 51% de la trilla. Este comportamiento muestra una tendencia histórica hacia la retención parcial de la cosecha en espera de mejores precios.
Impacto económico y futuras expectativas
En los primeros ocho meses del año, la agroindustria liquidó u$s16.091 millones y se prevé una aceleración en las ventas de soja en los próximos meses. En agosto, las agroexportadoras liquidaron u$s2.451 millones, un 40% más que en el mismo periodo de 2023, aunque un 6% menos que en julio. Cabe destacar que, a lo largo del año, la agroindustria ha ingresado un 9,4% más que en el mismo periodo de 2023, según datos de CIARA y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
Conclusión
La decisión de los productores de retener sus reservas de soja en agosto ha generado una disminución significativa en las ventas de este cultivo. Sin embargo, la venta de maíz ha sido una alternativa para mantener la liquidez. A medida que se espera una mejora en los precios de la soja, podría observarse una aceleración en las ventas en los próximos meses, impactando positivamente en la economía agroexportadora del país.
