Eduardo Trumper, coordinador del programa nacional de protección vegetal del INTA, junto con una mesa de especialistas, presentó los últimos avances contra la chicharrita del maíz. Esta actualización en agronomía y tecnología se realizó en el marco de la Expo Rural, un evento en el que el INTA participa junto con la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía.
Impacto de la chicharrita del maíz
Durante la exposición, se discutieron las consecuencias de la plaga provocada por la chicharrita del maíz, que ha generado grandes pérdidas en el sector. Trumper hizo hincapié en la importancia del monitoreo de la chicharrita, el impacto de las heladas y el mapeo y análisis preliminar de la fluctuación de la densidad de chicharritas en diferentes puntos del país.
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Trumper destacó la implementación de una estrategia de vacío sanitario como una de las claves para el manejo del cultivo. Esta estrategia se basa en la ausencia de maíz voluntario o maíz guacho, para disminuir la probabilidad de supervivencia de los adultos invernantes de la chicharrita. Además, enfatizó la importancia de escalonar menos las siembras y prolongar el tiempo del maíz tardío para aumentar la caída de espigas y la producción del maíz guacho. Reducción de la población invernante es crucial para restringir el alimento que contribuye a la reproducción de la plaga.
El monitoreo de la chicharrita implementado por el INTA durante la etapa invernal incluye la publicación de mapas actualizados cada quince días, lo que permite estudiar la dinámica de variación poblacional del insecto. Este seguimiento georreferenciado permitirá describir cómo cambia la densidad de chicharritas en el tiempo en cada región. La relevancia de este mapa nacional radica en la reducción de la incertidumbre sobre el riesgo, especialmente en las regiones donde los muestreos de ausencia de chicharritas se realizan durante los meses invernales.
