¿Cuánto aportó el agro en concepto de retenciones en el primer semestre de 2024?

Incremento significativo en la recaudación por retenciones

En los primeros seis meses de 2024, la agroindustria ha contribuido de manera significativa a las finanzas públicas, dejando un total de aproximadamente u$s 2.600 millones a través de las retenciones. Este notable aumento del 155% en comparación con el mismo período del año anterior ha generado un impacto positivo en la economía nacional. La recuperación de la campaña de granos 2023/24 ha sido un factor determinante, permitiendo una mayor producción y exportación de productos agrícolas. En particular, el complejo de la soja ha mostrado una dinámica comercial favorable, contribuyendo considerablemente a este incremento en la recaudación.

A pesar de estas cifras alentadoras, es importante señalar que la recaudación por retenciones aún no ha alcanzado los niveles observados en 2021 y 2022, cuando los ingresos en el primer semestre del año rondaron los u$s 4.000 millones. Esta diferencia sugiere que, aunque el sector agroindustrial está en recuperación, todavía enfrenta desafíos significativos para igualar los picos de años anteriores. Factores como las condiciones climáticas, la demanda internacional y las políticas comerciales seguirán jugando un papel crucial en el desempeño del sector en los próximos meses.


Te puede interesar

Contexto de la recuperación y factores influyentes

La recuperación del sector agroindustrial en 2024 se produce en un contexto marcado por la tensión cambiaria y la dificultad del Banco Central para engrosar sus reservas. Estas tensiones han generado un ambiente económico incierto que afecta a diversos sectores, incluido el agro. La recuperación observada en el primer semestre del año puede atribuirse, en parte, a la superación de la sequía que afectó el ciclo agrícola anterior, la cual tuvo un impacto negativo significativo en los niveles de producción y exportación.

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) ha estimado que la agroindustria logró aportar el equivalente en pesos a u$s 2.600 millones en recaudación por retenciones en el primer semestre de 2024. Este monto representa más del doble del aporte registrado en el mismo período del año anterior. Es importante destacar que la sequía previa redujo drásticamente las expectativas de producción y, por ende, las exportaciones y la recaudación fiscal derivada de las retenciones.

El clima favorable y la mejora en las condiciones de cultivo han permitido una recuperación notable en la producción agrícola, lo cual se traduce en un aumento significativo de las exportaciones. Además, la implementación de políticas gubernamentales orientadas a fomentar la producción y exportación agroindustrial ha jugado un rol crucial en esta recuperación. La combinación de estos factores ha resultado en un incremento sustancial en la recaudación por retenciones, reflejando el papel vital del sector agroindustrial en la economía nacional.

En resumen, la mejora en la recaudación por retenciones del sector agroindustrial no es solo un reflejo del aumento en la producción y exportación, sino también de un ambiente económico que, pese a las tensiones cambiarias, ha permitido que el sector se recupere de forma significativa. La agroindustria sigue siendo un pilar fundamental de la economía, y su aporte en 2024 subraya su importancia en el contexto económico actual.

Comparativa con años anteriores y análisis de DJVE

A pesar de la notable recuperación interanual de la recaudación por retenciones en 2024, los niveles actuales aún están por debajo de los registrados en 2021 y 2022. Este fenómeno se puede atribuir a varios factores, entre los cuales destacan un mayor volumen de grano anotado para exportación y mejores precios de exportación en aquellos años. Durante los primeros semestres de 2021 y 2022, las condiciones del mercado internacional fueron más favorables, lo que permitió a los exportadores argentinos obtener mayores ingresos y, consecuentemente, contribuir con una mayor recaudación por retenciones.

Un análisis más detallado de las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) revela que entre enero y junio de 2024 se declararon 16,2 millones de toneladas en poroto, harina y aceite de soja. Este volumen, aunque superior a los 10 millones de toneladas declaradas en el mismo período del año pasado, no alcanza a las 18 millones de toneladas registradas en los primeros semestres de 2021 y 2022. La comparación con estos años pone en evidencia la variabilidad y los desafíos que enfrenta el sector agrícola argentino en términos de producción y exportación.

El mayor volumen declarado en 2024 respecto al año pasado indica una recuperación parcial del sector, probablemente impulsada por un aumento en la producción y una mejora en las condiciones climáticas o de mercado interno. Sin embargo, para alcanzar los niveles de 2021 y 2022, es fundamental no solo mantener y mejorar la producción, sino también enfrentar desafíos como la volatilidad de los precios internacionales y las políticas comerciales globales que afectan la competitividad de los productos argentinos.

En conclusión, si bien el aumento interanual es un indicativo positivo, la comparación con años anteriores subraya la necesidad de estrategias sostenibles y políticas de apoyo que permitan al sector agropecuario argentino recuperar y superar los niveles de exportación y recaudación alcanzados en el pasado. La gestión eficiente de las DJVE y la adaptación a las dinámicas del mercado global serán cruciales para lograr estos objetivos.

Proyecciones para el resto del año y expectativas futuras

Para el resto del año 2024, las proyecciones indican que el aporte por derechos de exportación de los principales complejos agro alcanzará los u$s 6.170 millones. Este cálculo se basa en los volúmenes estimados actuales, los precios FOB vigentes y la distribución promedio de DJVE observada en las últimas cinco campañas. Comparado con el año 2023, este ingreso proyectado representa un incremento significativo. Sin embargo, es importante destacar que estos ingresos aún se encuentran por debajo de los niveles registrados en 2021 y 2022, años en los que el sector agroindustrial experimentó una bonanza excepcional.

La evolución del aporte del agro a la economía depende de varios factores. Entre ellos, la dinámica comercial global y las condiciones climáticas juegan un papel crucial. Las fluctuaciones en los precios internacionales de los productos agrícolas, así como las variaciones en la oferta y demanda global, pueden afectar significativamente los ingresos por retenciones. Por lo tanto, es esencial que el sector agroindustrial mantenga una vigilancia constante sobre estos elementos para ajustar sus expectativas y estrategias de manera adecuada.

En este contexto, las políticas gubernamentales también tienen un impacto considerable. Medidas que favorezcan la competitividad y la sostenibilidad del sector podrían contribuir a una mayor estabilidad y crecimiento en los ingresos por derechos de exportación. Asimismo, la inversión en infraestructura y tecnología agrícola puede ayudar a mitigar los efectos adversos de las condiciones climáticas y mejorar la eficiencia productiva.

En resumen, aunque las proyecciones para el resto de 2024 son alentadoras en comparación con el año anterior, el sector agroindustrial debe permanecer atento y adaptable a los cambios en el entorno comercial y climático. La capacidad de respuesta y la planificación estratégica serán determinantes para aprovechar las oportunidades y enfrentar los desafíos futuros de manera efectiva.

MÁS INFO PARA TU CAMPO ENTRA AQUÍ