El Legado de Gregorio Pérez Companc en la industria agropecuaria y energética de argentina
El 23 de agosto de 1934, Buenos Aires vio nacer a Gregorio Pérez Companc, un hombre que marcaría una época en la industria agropecuaria y energética argentina. Nacido en el seno de una familia humilde y dado en adopción a los 11 años, Pérez Companc se convirtió en una figura prominente en múltiples sectores económicos del país.
Primeros Pasos en la Industria
Adoptado por Ramón Pérez Acuña y Margarita Companc, quienes lo introdujeron al mundo empresarial, Gregorio, conocido cariñosamente como “Goyo”, comenzó su carrera en el ámbito de la producción ovina y forestal. Sin embargo, fue en la perforación de pozos petroleros y gasíferos donde dio sus primeros pasos importantes en el mundo de la energía fósil.
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Liderazgo en el Grupo Pérez Companc
Goyo se dedicó de lleno a la empresa familiar, expandiendo sus operaciones a sectores como el naviero, forestal y agropecuario. Bajo su liderazgo, el Grupo Pérez Companc se convirtió en un conglomerado diversificado, acumulando propiedades en servicios especiales, petroquímica, minería, seguros y banca.
Desarrollo de Molinos Río de la Plata
El gran legado de Pérez Companc en el mundo agropecuario fue su desarrollo de Molinos Río de la Plata. En un contexto económico difícil, Goyo tomó la decisión estratégica de vender la empresa petrolera de la familia a Petrobras por más de $1.100 millones, permitiendo así la expansión de Molinos. Hoy, el Grupo Pérez Companc es una de las fortunas más importantes de Argentina, con un valor cuatro veces mayor al de aquella venta inicial.
Reconocimientos y Retiro
En 1988, Goyo recibió el premio Konex de Platino en reconocimiento a su contribución a la industria. En 2009, decidió alejarse de la conducción del holding, dejando la administración en manos de sus hijos. Gregorio Pérez Companc falleció a los 89 años, dejando un legado imborrable en la industria agropecuaria y energética de Argentina.