El informe del Sistema de Estimaciones Agrícolas para el Centro Norte de la Provincia de Santa Fe, que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe, indica que el pronóstico de inestabilidad para el período se concretó y que desde el 3 de abril hasta las 20 horas del 9 de abril de 2024, , se alcanzó un acumulado de agua caída, con promedios mínimos y máximos, según cuadro:
Séptima semana con precipitaciones de variadas intensidades y regular distribución geográfica, a diferencia de los otros períodos, éste fue más uniforme y con mejor porcentaje de cobertura, los montos pluviométricos con mayor impacto se produjeron en el norte santafesino, dicho panorama hizo que se mantuvieran y recargaran de humedad los perfiles de los suelos.
Condición climática que nuevamente intervino negativamente en el proceso de cosecha de los cultivos de maíz temprano, soja temprana y algodón, ralentizándolo, dado que solo avanzó pocas horas a lo largo de dos o tres jornadas, siempre según la ubicación geográfica de cada parcela.
En contraposición, la soja tardía, continuó su evolución, desarrollo y consolidó sus estados, bueno, muy bueno y excelente.
La excepción se dio nuevamente en los lotes de maíz tardío (de segunda), cultivo que afrontó a lo largo del ciclo una nueva realidad, compleja y difícil. Durante el período reflejó el daño constante – progresivo que ocasionó la presencia de Spiroplasma kunkelii, transmitida por la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), su vector. en las distintas parcelas.
Para el lapso comprendido entre el 10 y el 16 de abril de 2024, los pronósticos prevén desde su comienzo, inestabilidad climática, aumento progresivo de la nubosidad, altas probabilidades de precipitaciones de diversas intensidades, irregular distribución geográfica en toda la superficie del SEA, condición que alternaría con algunas horas de poca nubosidad, soleado.
Dicha situación se mantendría hasta inicios del martes 16, a posteriori estabilidad climática, soleado, buen tiempo, despejado, temperaturas diarias en leve descenso, hasta el final del intervalo. Las temperaturas diarias fluctuarían entre mínimas de 11 a 20 ºC y máximas de 17 a 26 ºC.
Período con condiciones climáticas inestables, las que mantuvieron los porcentajes de humedad ambiente y de grano elevados e incidieron directamente en el ritmo de recolección del maíz temprano, la que avanzó un par de días en forma irregular, en todos los departamentos del centro y sur del SEA.
En el sector norte, los rendimientos promedios mínimos obtenidos oscilaron desde 45 a 47 qq/ha, con máximos de 60 a 63 qq/ha y en lotes puntuales se lograron 65 qq/ha. Grado de avance 100 %, con 2 puntos de adelanto semanal. Fin del proceso.
En el sector centro, los rendimientos promedios mínimos obtenidos variaron desde 50 a 57 qq/ha, con máximos de 80 a 90 qq/ha y en lotes puntuales se contabilizaron 100 qq/ha. Grado de avance 97 %, con 07 puntos de adelanto semanal.
En el sector sur, los rendimientos promedios mínimos obtenidos fueron desde 65 a 70 qq/ha, con máximos de 85 a 100 qq/ha y en lotes puntuales se alcanzaron 115 qq/ha. Grado de avance 80 %, con 15 puntos de adelanto semanal. Los valores del contenido de humedad en los granos, oscilaron desde 15 – 17 hasta el 18 – 20 – 24 %.
Sólo un par de jornadas avanzó la recolección de soja temprana (de primera), principalmente en los departamentos San Martín, San Jerónimo, Castellanos y Las Colonias, área sur y centro del SEA, dadas las características climáticas que imperaron.
En general, los rendimientos promedios fluctuaron desde mínimos de 23 – 25 – 28 qq/ha, con máximos de 36 – 38 – 40 – 42 qq/ha y puntualmente se lograron 50 a 52 qq/ha.
Sin inconvenientes, ni problemas, continuó la evolución de los cultivares a los que se los encontró en las etapas finales de sus estados reproductivos, con un buen llenado de grano por la óptima disponibilidad de agua útil en los suelos, consolidando las expectativas sobre los futuros resultados que se obtendrían.
El 90 % de los lotes se mostraron en estados buenos, muy buenos y excelentes. El 10 % restante del área implantada, reflejó cierto impacto por la ausencia de precipitaciones y el elevado régimen térmico, durante 10 a 12 días a lo largo del ciclo.
Muy lentamente prosperó la cosecha del algodón en la zona oeste santafesina y en la zona este se concretó, pero en muy pocos cultivares.
Los rendimientos continuaron siendo similares a los de la semana anterior, con valores que oscilaron desde los 1.800 kg/ha a los 2.100 kg/ha.
Luego de las precipitaciones registradas en el período, el proceso de trilla se vio interrumpido y se paralizó. Las aplicaciones de defoliantes se realizaron en los distintos lotes progresivamente, a medida que el cultivo evolucionó y avanzó a etapas de llenado de bochas o apertura de cápsulas.
En las tareas de captura del picudo algodonero, se cuantificó un mayor número de ejemplares, por lo que se intensificaron las recorridas y los monitoreos, para la detección temprana de su presencia y el control a término. Acciones que evitarían infecciones en la próxima campaña.
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Sin inconvenientes continuó la evolución de los cultivares de soja tardía (de segunda), que se encontraron en un 80 % en condiciones buenas, muy buenas o excelentes.
El 18 % del área implantada, presentó estado regular, con secuelas por la ausencia de precipitaciones y el elevado régimen térmico que imperó por un período de 10 a 12 días durante el ciclo y malo, el 2 % restante.
Remarcándose que las favorables condiciones ambientales de las últimas semanas y la óptima disponibilidad de agua útil en los suelos, posibilitaron un buen llenado de los granos.
Período en que los maizales tardíos (de segunda), día tras día mostraron claramente el daño provocado por la presencia de Spiroplasma kunkelii, su vector la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), cuyo despliegue fue dinámico y originó escenarios muy complejos, sin antecedentes.
Por dicha realidad, los destinos del cereal se determinarían ante la situación particular de cada lote y por cada productor.
Lo que se definió y avanzó puntualmente, fue el picado del cereal para autoconsumo (consumo animal), en la roturación mecánica (rolo – disco) y en la recolección de sembradíos más avanzados, muy aislados, cuyos rendimientos promedios estuvieron entre 16 – 18 – 20 -22 qq/ha, considerados como muy malos.