Granos: Ciclo comercial 2023/2024 y las posibilidades de negocios en el corto plazo

La comercialización de granos se encuentra por debajo del promedio, principalmente por menores precios. Sin embargo, es de esperar que conforme avance la cosecha, aumente el monto comercializado en orden de saldar deudas pendientes. En promedio, a fines de junio, se liquida el 50% de la cosecha de soja y de maíz. A partir de ese momento, el ritmo de la comercialización dependerá de los incentivos que reciba el productor en términos de precios internacionales, derechos de exportación y tipo de cambio.

SOJA

La producción de soja a nivel nacional para la campaña 2023/24 se estima en alrededor de los 50 millones de toneladas de acuerdo con estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario. A la fecha, se encuentran comercializadas casi 9 millones de toneladas, representando el 18% de la producción total esperada. De dicho volumen, solo una pequeña proporción se encuentra con un precio establecido, de manera que el 90% de lo comercializado se encuentra pendiente de fijar precio.

Durante el mes de enero y las primeras semanas de febrero, el volumen comercializado promedió los 376 mil toneladas por semana. Sin embargo, durante la última semana de febrero y la primera de marzo se observó una mejora, alcanzándose los 1,3 millones de toneladas transadas en promedio por semana.

El fuerte del ciclo comercial de la soja abarca los meses de abril hasta mayo, donde en dicho periodo se comercializa el grueso del volumen producido. Al observar el promedio histórico, al comienzo del mes de abril se comercializa aproximadamente el 32% de la producción. Hacia fines de mayo el 52% y, al mes de diciembre, alcanza el 90%. Sin embargo, esta situación se vió alterada durante los ciclos 21/22 y 22/23 cuando se generaron grandes distorsiones en el mercado local  provocadas por la alta brecha cambiaria y los sucesivos programas de incremento exportador (que disminuían parcialmente la brecha y mejoraban los incentivos a vender), los cuales alteraban el ritmo normal de comercialización.

En línea a lo anterior, a pesar del retraso que se observa en la actualidad, el volumen comercializado durante las próximas semanas podría incrementarse, acercándose al promedio. Teniendo como uno de los principales determinantes la necesidad de los productores de saldar deudas, ya sea las incurridas para las labores de siembra o, en otros casos, para afrontar pagos debidos a “rollover” de deudas consecuencia de una mala campaña previa.

MAÍZ

En cuanto a la comercialización del cereal, a diferencia de la soja, viene mostrando un ritmo más regular. En lo que va del año se han comercializado en promedio 600 mil toneladas de manera semanal, alcanzando un total de 12,7 millones de toneladas.

El total comercializado representa aproximadamente el 22% de las 57 millones de toneladas que se esperan obtener a nivel nacional durante la presente campaña según las estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario. Dicho valor se encuentra en línea a lo observado en la campaña anterior al comienzo del ciclo comercial del cereal (marzo-febrero), pero por debajo del 33% de la campaña 21/22 y del promedio de las últimas cinco. Al igual que ocurre en soja, la mayoría de lo que se ha comercializado se encuentra pendiente de fijar precio. Para el maíz dicho volumen se ubica en torno a los 8 millones de toneladas, lo que representa el 63% de lo comercializado hasta la fecha.

TRIGO

En el caso del trigo se han comercializado poco más de 8 millones de toneladas, un 53% de las 15,9 millones de toneladas estimadas a nivel nacional por la Secretaria de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación para la presente campaña. A diferencia de los casos anteriores, la proporción del volumen que se ha comercializado con precio fijado se ubica en 5 millones de toneladas, representando un 64% de las toneladas de cereal comercializadas.


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El presente ciclo comercial para el trigo (diciembre-noviembre) si bien comenzó con un retraso respecto a las dos campañas previas y al promedio de las últimas cinco, viene mostrando una aceleración en las ventas en línea a lo observado durante la campaña 21/22.

COMENTARIOS FINALES

La comercialización de la campaña 2023/24 se dará en un contexto diferente respecto de lo que se venía observando durante las campañas previas. Por un lado, se encuentra el programa de estabilización llevado a cabo por el Gobierno Nacional, compuesto por medidas que apuntan a corregir los desequilibrios fiscales y monetarios que confeccionan una organización económica diferente. Si bien el objetivo último es la eliminación del cepo cambiario y, consecuentemente de la brecha, el fuerte ajuste fiscal junto a la búsqueda del saneamiento del balance del Banco Central, además de la política monetaria llevada a cabo por este último, han llevado la brecha cambiaria a los niveles más bajos de los últimos cuatro años ubicándose entre el 15%-20% según el tipo de cambio considerado.

Esta caída es una buena noticia, ya que mientras menor sea la brecha, mayor es el precio en términos reales recibido por los productores. Además, si en vez del tipo de cambio oficial se considera el tipo de cambio “blend” que surge de aplicar la fórmula propuesta por el régimen de exportación vigente, la misma se achica aún más.

De esta manera, se podría esperar que la liquidación de granos se incrementase en este contexto, tal y como ocurrió en los sucesivos programas de incremento exportador aplicados años anteriores, dado que los mismos vía incremento del tipo de cambio permitían liquidar los granos con una brecha menor.

Sin embargo, dicho comportamiento no se ve muy materializado aún en el mercado, lo que podría indicar que algunos actores esperen un posible salto cambiario adicional al observado el 12 de diciembre del año anterior cuando el ministro Caputo lanzó el paquete de emergencia. O que los productores que no tienen la necesidad de vender, consideren que es probable en el mediano plazo una disminución paulatina en los derechos de exportación.

Por otra parte, los precios de los granos exhiben una tendencia bajista, la cual se ve reflejada en la caída experimentada en los precios a cosecha de los cultivos. En el caso de la soja, la cotización de la posición mayo 2024 pasó de aproximadamente USD 350 Tn en noviembre del 2023 a los niveles actuales en torno a USD 290 Tn, lo cual implica una caída en términos absolutos de USD 60 Tn.

En este contexto, salvo el caso del trigo en el cual la mayor parte de la mercadería tiene un precio establecido, las toneladas comercializadas de soja y maíz en su gran mayoría se encuentran sin precio, lo cual no deja de tener sus implicancias en el contexto bajista actual.

De esta manera, de cara a las próximas semanas podrían esperarse incrementos en el volumen de los negocios, de manera tal que los productores puedan cumplir con sus obligaciones. En promedio, al mes de junio se liquida el 50% de la cosecha de maíz y de soja. Una vez que se salden las obligaciones devenidas por gastos incurridos en las labores de la presente campaña o para enfrentar refinanciamiento de deudas anteriores, lo que suceda a partir de ese momento dependerá de los incentivos que reciba el productor, como una disminución en los derechos de exportación, un aumento del tipo de cambio que mejore el precio a nivel local o un incremento en los precios internacionales.

Fuente: Bolsa Cereales de Córdoba

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