En la provincia de Córdoba, al noroeste de General Lavalle, se encuentra un paisaje único que captura la atención desde el cielo: una guitarra perfectamente dibujada con árboles y plantas.
Este hermoso testimonio es el resultado de una historia de amor entre Pedro Martín Ureta y su esposa, Graciela Yrairoz, quien fue la inspiración detrás de esta creación.
Cuando eran jóvenes, Graciela vio un campo con una forma peculiar desde lo alto y compartió con su esposo su deseo de crear algo similar en su finca familiar, pero en forma de una guitarra. Aunque Pedro no encontraba el momento adecuado para comenzar este proyecto, el tiempo siguió avanzando.
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En 1977, cuando Graciela tenía 25 años y estaba embarazada de su quinto hijo, falleció repentinamente debido a un aneurisma.
En honor a su amada esposa, Pedro decidió hacer realidad su sueño. Plantó alrededor de 7000 árboles para dar forma a la guitarra. Los pinos cipreses californianos conforman el contorno de la guitarra, mientras que los eucaliptos medicinales representan las cuerdas.
El puente y la estrella central de la boca de la guitarra están formados por pinos cipreses de piña.
Esta obra de arte puede apreciarse desde el cielo y se encuentra perfectamente dibujada en Google Earth. Ha sido captada por satélites y ha asombrado a pilotos que, desde las alturas, se sorprenden y admiran su forma perfecta.
A pesar de su legado perdurable en el campo cordobés, Ureta nunca pudo contemplar su obra desde arriba debido a su miedo a volar.
Pedro Martín Ureta falleció a los 75 años en 2019, dejando tras de sí un legado que continúa cautivando a todos aquellos que tienen la oportunidad de presenciarlo.
La Estancia La Guitarra es una historia de amor y perseverancia que trasciende el tiempo y nos recuerda la importancia de seguir nuestros sueños, incluso cuando parecen inalcanzables.