Con el objetivo de sumar tecnologías a los sistemas ganaderos, en el INTA Mercedes –Corrientes– se inauguró un módulo que permitirá estudiar el consumo residual de los bovinos. Con esta información, se podrá avanzar en la selección de animales más eficientes. Esta herramienta forma parte de una red de evaluación de bovinos que el INTA posee en el país.
El consumo residual es una medida de eficiencia de conversión de los animales. Es decir, que el consumo residual es la diferencia entre el consumo observado y el consumo que debería tener un animal para determinado nivel de producción. En el caso de los bovinos de carne, los animales que comen menos y ganan más peso son aquellos más eficientes. Para evaluarlos y seleccionarlos, en el INTA Mercedes –Corrientes– se inauguró el módulo de evaluación de consumo residual de bovinos.
Del acto participaron José Rafart –director del Centro Regional Corrientes–, Mauricio Álvarez –coordinador del Programa Nacional de Carnes y Fibras Animales del INTA–, Jacques Kraemer –director de la Estación Experimental Agropecuaria Mercedes del INTA–, María Gabriela Hug –responsable del Módulo de evaluación de consumo residual en bovinos–, Oscar Barbera –presidente del Consejo del Centro Regional Corrientes–, entre otras autoridades y referentes del sector.
Durante la presentación Rafart expresó: “Me siento personalmente e institucionalmente muy orgulloso de haber logrado esta simbiosis entre todas las capacidades que tiene el INTA y ustedes, los productores, las asociaciones, las sociedades rurales, gobiernos provinciales, todas las comunidades, facultades, operadoras, que están hoy y van a ver sus frutos”.
“El objetivo de esto es lograr eficiencia con sustentabilidad. El desafío es muy grande. Con este tipo de tecnologías nos estamos adelantando a lo que va a venir. El futuro es un buen futuro, pero un futuro en el que vamos a tener que acomodarnos a las exigencias. Con este módulo vamos a generar mucha información que sin duda va a permitir valorizar nuestra ganadería”, destacó Rafart.
El INTA año tras año apuesta a la ganadería de precisión, para brindar a los productores de la región investigación de punta al alcance de todos.
En este sentido, Kraemer indicó que “el trabajo de ganadería de precisión es un proyecto nuestro que ingresa a este módulo y es un logro muy importante para nosotros. Hoy tenemos alrededor de 20 campos que están en un circuito de trabajo en el que miden lo que es caravana electrónica y hacen recomendaciones para los productores”.
Kraemer señaló que “la etapa que viene es una apuesta hacia el futuro, que tiene que ver con lo que es la eficiencia individual, con lo que hoy se está generando en animales, no a nivel de rodeo general sino a nivel del individuo, y que eso pueda redundar en un beneficio económico para los productores. Y que esto a su vez viene aparejado con la preservación del medio ambiente”.
Por otro lado, Álvarez expresó que “es muy importante inaugurar esta central porque es parte de lo que tenemos que hacer para anticiparnos. Tenemos que producir bien y mejor. La meta de mayor productividad es irrenunciable. Siempre hay que aspirar a producir más, pero también tenemos que producir de manera más eficiente y después acreditarlo”.
“Este proceso de innovación del INTA con el sector privado lleva muchos años. Desde que se desarrollaron los primeros comederos en INTA Anguil junto con la empresa Hook hasta hoy que estamos inaugurando esta central, lo hemos hecho siempre con una visión de co-innovación para afrontar los grandes desafíos que tiene la Argentina. Este centro es especialmente relevante para el NEA porque tiene el 17 % de las existencias de ganado nacional, y mucho potencial para aumentar la producción. Además, todo el mejoramiento genético que se está realizando puede mejorar nuestra inserción en los mercados de Paraguay y Brasil”, explicó Álvarez.
Y agregó: “Es importante resaltar las potencialidades que tiene esta estación experimental para fenotipar y genotipar los animales más eficientes, para medir la producción de metano, para integrar eso a las bases de las evaluaciones genéticas, y multiplicarlo usando las capacidades que tenemos en el laboratorio”.
La Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Mercedes del INTA es parte de una red de evaluación y de la que forman parte la EEA Anguil -La Pampa- y la EEA Cesareo Naredo -Buenos Aires-, ambas orientadas en bovinos de carne. Por otro lado, la EEA Rafaela posee un módulo orientado a bovinos lecheros.
Asimismo, Hug explicó que “el proyecto surge de la inquietud por mejorar nuestros recursos y mejorar la calidad de nuestros animales. Cada alimento se pesaba de forma manual al igual que cada remanente. Fueron tres años de un trabajo arduo y de mucho esfuerzo porque tenía muchos pasos y todo fue hecho a pulmón”.
Y agregó: “Nos planteamos tener este tipo de instalaciones con los comederos que nos permiten medir el consumo residual. Tuvimos mucho apoyo del INTA y así formamos parte de una red de cinco nodos de los cuales somos tres los que somos parte de la producción de carne”.
“Hoy inauguramos estas hermosas instalaciones en las que tenemos 12 comederos automáticos, cada uno de ellos tiene la capacidad de medir de 6 a 8 animales por comedero, es decir, con estos 12 tendríamos la capacidad de medir a 96 animales. Si a esto lo replicamos dos veces al año, serían alrededor de 195 animales. Con lo cual estaríamos pasando de 12 animales a 196 por año”, aclaró Hug.
El registro del comedero está dado a través de una caravana electrónica de alta frecuencia, que eso es algo novedoso respecto a los centros que actualmente existen, ya que es una modificación para poder captar la mayor cantidad de datos y eliminar el error.
“Estas tecnologías de precisión aportan mayor eficiencia en el uso de los recursos ambientales y económicos, ya que por ejemplo, se puede medir que con 15 % o 20 % menos de alimento podemos lograr el mismo nivel de producción”, concluyó Hug.
Fuente: INTA Informa