Los ovinos recién esquilados y los neonatales son sensibles a las bajas temperaturas, al viento y a las precipitaciones.
Pueden sufrir el síndrome hipotermia-inanición que determina una alta mortalidad en la majada. El índice de enfriamiento en ovinos se utiliza para determinar el riesgo de ocurrencia de este síndrome. Para el cálculo de este índice se utiliza la
velocidad del viento, la temperatura ambiente y las precipitaciones previstas. Valores del índice superiores a 1000 kj/m2.h determinan riesgos de enfriamiento.
El pronóstico del índice busca orientar el manejo para disminuir los riesgos de ocurrencia del síndrome. Para su tratamiento se utilizan, entre otras estrategias, el suministro de reparos o la suplementación con alimentos energéticos.
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Fuente: Instituto de Clima y Agua – INTA