La exportación de productos primarios y de manufacturas de origen agropecuario representan cerca de un tercio de las exportaciones totales del país, importancia que se ha acentuado en los últimos años. De hecho, en el 2020 llegó a alcanzar el 69% de total, un máximo desde al menos el comienzo del nuevo milenio. Además, entre los principales complejos de granos y oleaginosas, es decir, soja, maíz, trigo, girasol y cebada, llegan a explicar casi la mitad de las exportaciones de bienes del país: en los últimos dos años, estos cinco complejos representaron entre el 47% y el 48%.
Sin embargo, la histórica sequía que impactó enormemente en la producción de granos en la actual campaña ha hecho mella en los volúmenes exportados de los principales productos del agro, por lo que esta participación caería a un mínimo desde el 2010 durante el corriente año. Se estima que el valor de las exportaciones de estos complejos alcance algo más de US$ 24.000 millones, equivalente al 36,7% del total de exportaciones de bienes estimado para el año de US$ 66.500 millones.
No obstante, en la primera proyección de exportaciones para el 2024, se vislumbra que esto se revierta en el próximo año. En base a las estimaciones actuales de intención de siembra, tomando rindes tendenciales para estimar producción, y los precios FOB vigentes para embarque en el próximo año, se proyecta que las exportaciones de los principales complejos del agro alcancen algo más de US$ 32.000 millones, lo que representaría el 40% de las exportaciones totales de bienes de Argentina para el próximo año (proyectadas en US$ 80.500 millones). Además, esto implicaría un incremento de casi US$ 8.000 millones respecto de lo estimado para el año que corre.
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Además, dado que durante el próximo año se vislumbra que será necesario importar un menor volumen de soja que en el actual, se requerirán menos divisas para estas importaciones lo que arroja que las exportaciones netas se incrementarían en US$ 10.500 millones respecto de este año.
Producto por producto, el complejo soja vería incrementado sus exportaciones en casi US$ 4.100 millones, el maíz en US$ 2.400 millones, el trigo en US$ 1.400 millones, mientras que el girasol y la cebada se mantendrían prácticamente sin cambios. Esto se explica fundamentalmente por un incremento en los volúmenes proyectados a exportar que más que compensan la caída en los precios promedio de exportación proyectados para el año próximo: en 2024 se exportarían cerca de 90 Mt entre granos, subproductos y aceites, casi 40 Mt más que las 55 Mt estimadas para el año actual.
No obstante, cabe remarcar que, a pesar de la mencionada caída en los precios, estos se mantienen en niveles superiores al promedio de los últimos años, lo que hace que el valor proyectado para 2024 se ubique como el 3ro más elevado de la historia, sólo por debajo de los años 2021 y 2022.
Finalmente, en el cuadro que sigue se muestran las exportaciones totales mensuales estimadas para 2023 y proyectadas para 2024. Se puede apreciar que las exportaciones agroindustriales se mantendrían considerablemente por debajo de los años anteriores para los meses que restan del año y el primer trimestre del año próximo. No obstante, se prevé que a partir del segundo trimestre del 2024, a medida que comienza a ingresar la nueva cosecha, se recupere el valor de las exportaciones del sector.