Una casa propia adquirida en los años ‘90, un auto de gama media, modelo 2011, y una caja de ahorros en dólares casi vacía. Este patrimonio que podría corresponder a un ciudadano de la clase media empobrecida, es el del ministro de Economía y precandidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, según figura en su última declaración jurada de bienes presentada en que figura su patrimonio hasta fines de 2022.
Según la declaración, Massa tenía ahorros por sólo $461.952, la única cuenta corriente en pesos con $495,4 de saldo y una en dólares con exiguos US$0,33, sin movimientos el año pasado. Tampoco tiene inversiones, bonos, ni plazos fijos. Solo pesos, en permanente devaluación. Los fondos que posee Massa no alcanzan ni para un mes de los gastos que él mismo reportó, en promedio, el año pasado.
Otro aspecto llamativo de las declaraciones de funcionarios es lo que consigna la presentada por el jefe de gobierno porteño y precandidato presidencial de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta.
No cierra. El alcalde de Buenos Aires reporta un departamento de 200 m2 en CABA, que compró en 2010 con ingresos propios, por $2.426.580 y que Rodríguez Larreta asegura que en 2022 valía $2.547.047, con un incremento en pesos del 5% en 12 años.
Aun manteniendo el valor en dólares, cercano a los US$606.645 al cambio informal de 2010 -lo que es posible debido al derrumbe de los precios en el mercado inmobiliario-, esa propiedad debería cotizar cerca de los $333.650.000, 130 veces más de lo declarado en moneda nacional. En los términos de esa declaración el valor actual en pesos equivale a US$4630.
No existe un criterio uniforme para determinar de la valuación fiscal de las propiedades, que es justamente sobre la que se paga el impuesto a los bienes personales. Esta determinado por los equipos técnicos de AGIP, en la ciudad de Buenos Aires, de ARBA, en la provincia y por las direcciones de rentas en cada distrito. Puede que un inmueble casi idéntico valga 4 veces más que otro en el edificio de al lado. Ese número está protegido por secreto fiscal.
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Correspondencia. Los especialistas enfatizan que las declaraciones juradas patrimoniales tienen, entre sus finalidades, la de detectar si los ingresos de los funcionarios se corresponden con sus gastos y nivel de vida. Larreta gana cerca de $850.000 como jefe de Gobierno y, en una entrevista televisiva en el programa televisivo PPT de El Trece, aseguró que representa el 40% de su flujo mensual. El otro 60% proviene de una empresa familiar, Los Arcángeles, de los que percibiría alrededor de $1.275.000. Vive en un departamento alquilado, en el barrio de Palermo cuyo valor mensual -dijo en esa misma nota- ronda los US$3.500, algo más de $1.900.000 a la cotización informal.
Otros, la realizaron con mayor nivel de detalle. Martín Lousteau, precandidato a jefe de gobierno porteño de Juntos por el Cambio, es uno de ellos. Declaró haber percibido, en promedio, cerca de $741.000 por mes, el año pasado, entre rentas y su salario como senador. El economista tiene varias inversiones entre las que figuran obligaciones negociables (deuda) de YPF, acciones de bancos y bonos públicos por casi $9 M. También tiene US$755.873,23 en una cuenta en EE. UU., el 50% de una casa en CABA, 2 departamentos, 1 cochera y un terreno de 1200m2 en la provincia de Entre Ríos.
Donación. Uno de los casos más paradigmáticos de las declaraciones juradas de funcionarios es el contraste entre la de Cristina Kirchner y su hijo Máximo, por la donación que ella les hizo a él y a Florencia, en 2017, en medio de los procesos en su contra.
La vicepresidente asegura poseer $48.608.385,68 entre cajas de ahorro y plazos fijos, mientras que su hijo, actual diputado nacional y precandidato al mismo cargo por Buenos Aires, tiene 5 de sus 10 departamentos en Río Gallegos de entre 42m2 y 52m2; también, 6 terrenos, 6 casas, 3 locales y 1 departamento en El Calafate, y otro en CABA. Además, cuenta con US$3 M en efectivo, en la Argentina, y acciones en Hotesur, Los Sauces y Coma, las empresas sobre las que tramitan causas por corrupción en la Justicia.
Por su parte, Javier Milei, precandidato a presidente y diputado nacional por La Libertad Avanza, no presentó todavía su declaración jurada.
Proclamados. En septiembre deberían estar publicadas las declaraciones juradas de todos los candidatos a cargos electivos, una vez que sean proclamados luego de las PASO, como marca la ley. Patricia Bullrich para esa fecha estará obligada a presentarla, cosa que debe hacer por ahora, ya que no ejerce actualmente ningún un cargo público.
No obstante, varios aspirantes a cargos electivos están obligados actualmente a presentar su declaración jurada, por ser funcionarios públicos, y no lo han hecho.
Tal es el caso de Agustín Rossi, quien se postula a vicepresidente junto a Sergio Massa y que, como actual jefe de Gabinete, debería mostrar su patrimonio. Tuvo tiempo hasta ayer para hacerlo (incluso con una prórroga, siendo que el plazo original era hasta el 30 de mayo). Tampoco lo hizo Jorge Macri, como ministro porteño y precandidato a jefe de Gobierno de CABA. Y aunque no es candidato, pero es funcionario más importante del país, también está en mora el presidente Alberto Fernández.