Así lo estimó analista ganadero Vïctor Tonelli, quien precisó que la falta de agua afectó al 80% del rodeo vacuno en Argentina, generando 1,5 M de vientres improductivos, y un destete que se reducirá entre 6% y 8%.
Según Tonelli, estos inconvenientes se suman a los los problemas específicos de la ganadería a nivel productivo local y global que, en los últimos cuatro años, también se generaron en el escenario internacional provocando incertidumbre y volatilidad. Entre estos últimos mencionó la Peste Porcina Africana, la pandemia de Covid-19, la guerra entre Rusia y Ucrania, y los problemas financieros y bancarios en EE.UU., que también incidieron en la agenda ganadera.
A estos factores de coyuntura, Tonelli agregó también la crisis climática y ambiental que está cambiando la forma en que se producen y consumen los productos cárnicos. Señaló que los productores ganaderos y los consumidores deberán adaptarse a estos cambios, tanto para asegurar la sustentabilidad productiva como para satisfacer a la cada vez más exigente demanda y no perder mercados internacionales.
Lee también
- Crucemos los dedos: “El Niño” está cada vez más cerca
- Campo y política: quiénes asesoran en agro a los precandidatos presidenciales
- Mejores perspectivas para la campaña de fina
- El costo de la sequía asciende a US$ 3.100 millones para los productores de soja, trigo y maíz en Santa Fe
- El Gobierno Nacional declaró el estado de emergencia agropecuaria en 68 partidos de Buenos Aires
Más caro. En una disertación que brindó durante el evento organizado por el laboratorio CDV en la Sociedad Rural de Jesús María, Tonelli explicó que la merma de recursos forrajeros reduce los niveles de producción ganaderos y generarán una presión alcista en los precios.
“El mercado de Argentina ha sido un claro ejemplo de cómo la seca es el factor que más ha impactado en el resultado del negocio”, recalcó. Así, el analista detalló que la sequía afectó a casi el 80% del stock vacuno argentino, que se traducirá en una baja de preñez de 6% a 8%.
Advirtió que “esto representa alrededor de 1,5 M de vacas adicionales vacías que provocarán una caída de alrededor de 1,3 M de terneros menos, impactando negativamente sobre los resultados del 2024”.
Sobreoferta. Para Tonelli, este alto volumen adicional de vientres improductivos generó una sobreoferta en el mercado y presionó la faena de vacas, que en el primer trimestre de 2023 creció un 27% interanual. Agregó que, a diciembre 2022, el stock de terneros llegó a 15,4 M de cabezas, una de los más elevados de los últimos diez años. “Los productores se ven obligados a liquidar para generar un mayor equilibrio entre oferta y carga, y esto provoca una baja de precio de entre el 5 y 10%”, explicó.
Y precisó que este escenario genera oportunidades para los engordadores a corral, a pesar de la suba del maíz. “Los corrales están llenos y con un nivel muy superior, en el primer trimestre han superado un 37% lo cual también atenta contra la recuperación del precio del ternero”, concluyó.