El secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, sostuvo que “se pueden quitar los derechos de exportaciones”, pero aclaró que hay que pensar esa medida con mucha madurez y responsabilidad, en medio de la coyuntura que vive el país, para sostener los ingresos del Estado. También dijo que la gestión del ministro de Economía, Sergio Massa, está pensada “a largo plazo”.
Durante la apertura del Seminario de Oportunidades para el Desarrollo Federal, organizado por el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), que se realizó en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Bahillo dijo: “Todos sabemos que estamos viviendo una situación compleja, crítica y confío plenamente en el equipo de Sergio Massa para superar esta situación. No tengo ninguna duda. Tenemos que generar políticas de producción, no nos debemos inmovilizar. Hay que generar políticas de mediano y largo plazo, porque el productor imperiosamente necesita previsibilidad. Se la debemos al sector desde hace muchísimos años”, admitió.
Y agregó: “Tenemos una coyuntura que no podemos modificar, pero que nos condiciona fuertemente. En circunstancias tan adversas de sequías como estas, deberíamos tener un sistema que nos permita tener alguna movilidad en retenciones, que nos permita traducir esto en una mejora para el productor”.
Sin atajos. Al respecto, Bahillo añadió: “Necesitamos darnos un debate de lo que son los derechos de exportación. La brecha de la soja, nos sobra capacidad instalada (en la industria agroexportadora fabricante de aceite y harina) y no podemos aprovecharla porque no tenemos capacidad y volumen; tenemos que dar el debate y no hay atajos”, aseguró.
Además, explicó que para llegar a los 160 millones de toneladas (de producción de todos los granos) se tendría que repensar el esquema de retenciones, una ley de semillas, políticas de riego con incentivos fiscales, reducir el IVA a las inversiones en este rubro, acortar los plazos de amortización en estas inversiones que son importantes, políticas de financiamiento en el corto plazo para la recuperación del trabajo. Dijo que esto último se lo han transmitido al Banco Nación para recuperar el trabajo de los productores. “Fundamentalmente generar previsibilidad”, sintetizó el funcionario.
El secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca argumentó que hay momentos y situaciones en las que determinadas medidas se pueden implementar y otras que tienen que esperar. “Lo peor que puede pasar es no tener un plan, un programa, las medidas pensadas. Después, de acuerdo con las circunstancias, se aprovecha la oportunidad. Las medidas están pensadas en crecimiento, producción, volumen. Acá no hay atajos. Hay quienes plantean atajos y soluciones fáciles, y que, aunque sea de a poco, le vaya bien a todos”, argumentó.
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Congreso. No obstante, aclaró que, si bien tienen “ideas, propuestas” para eliminar los derechos de exportación, tiene que ser el Congreso quien las derogue. “Primero hay que diferenciar el mediano plazo de la coyuntura, pero eso (la actual situación) no nos invalida, en el mediano plazo, repensar este esquema”, opinó.
Por otra parte, opinó que todavía hay que esperar los resultados del dólar agro, porque tomó algunos días implementarlo. “Es hasta el 31 de mayo, creo que cuando se hacen las comparaciones entre (las dos ediciones anteriores del “dólar soja”) septiembre y diciembre, perdemos de vista que esa ventana duró 30 días y esta dura casi 60 días. Habría que ver cómo sigue evolucionando. Creo que vamos a llegar al objetivo buscado, pero no hay que perder de vista que va a estar hasta el 31 de mayo”, precisó.
Además, indicó que se están mejorando algunos mecanismos desde la Secretaría de Comercio y la Aduana, para incluir a más economías regionales y empresas a exportar con un dólar a $300; es para poder habilitar más CUITs, para exportar con ese mecanismo.
Más allá. En tanto, el presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, José Martins, explicó que el CAA, con fuerte presencia en economías regionales, va mucho más allá de la producción granaria, ya que incluye la forestal, vitivinícola, frutas, entre otros. Además, sostuvo que el Consejo se creó para el debate de ideas. “No nos quedamos en la queja, no somos una entidad gremial ni pretendemos serlo. No ponemos foco en los temas de coyuntura, más allá de que sirven para modelar las propuestas de políticas a futuro”, sostuvo.
Aseveró que el CAA no está vinculado a ningún sector ni a línea alguna de pensamiento político. “Sí tenemos la disposición de sentarnos a dialogar y buscar consensos con todos los actores de la política y economía nacional, incluyendo por supuesto, a trabajadores y movimientos sociales”, narró. Dijo también que hay una oportunidad de producir lo que demanda el mundo como materias primas y alimentos.
Moral. Y agregó: “No basta con decirlo, tenemos la obligación moral de convencer a la política y a la sociedad económica que esa oportunidad es real y que para capturar hace falta un acuerdo macro de no cambiar las reglas de juego. Venimos perdiendo oportunidades. El año pasado sin ir más lejos, la triste y ridícula guerra Ucrania-Rusia, nos daba la alternativa de potenciarnos como abastecedores de esa demanda en riesgo”, amplió.
Además, Martins habló de las barreras que impiden potenciar las exportaciones, como la alta carga impositiva, la macroeconomía inestable, los problemas climáticos, que son “los que borraron de la cancha” al país, mientras que hay naciones vecinas, como Brasil, que superan a la Argentina. “Ellos no mueven el arco, mantienen las reglas de juego, valoran la inversión y respetan la propiedad intelectual”, ejemplificó.
