Tras una larga espera, las lluvias comenzaron a darle al campo los signos de cambio que tanto se esperaron durante la larga y feroz sequía que afectó al país. La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación informó que, según el último relevamiento realizado por la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías, las lluvias mejoraron las condiciones en una amplia región del centro del país.
Las precipitaciones intensas, que retornaron gradualmente a varias regiones del país, dieron esos primeros signos de cambios, que se acrecentaron una vez entrado marzo.
Según las estimaciones oficiales, la reducción se aprecia en que a la fecha se computa un área de casi 35 M/ha la que se considera aún afectada por la sequía.
El panorama marca un quiebre respecto del informe presentado en febrero, que reportaba la incorporación de más de un 1 M/ha al área comprometida por la sequía.
“La superficie total afectada por sequías se incrementó en más de un millón de hectáreas en Argentina. Pero lo más sobresaliente es el aumento en 19 millones de hectáreas de la categoría severa”, decía ese informe a principios de marzo.
Castigadas. La categoría “severa” englobaba a casi toda la provincia de Santa Fe, toda Entre Ríos, la mayor parte de Corrientes, más de la mitad del Chaco y amplias zonas de Buenos Aires, Córdoba y Formosa, y sector de Santiago del Estero.
Este mes, la Mesa Nacional del Monitoreo de Sequías estableció que se favorecieron los índices de humedad de suelo en el NOA, en región central y pampeana. Esto no solo se aprecia directamente en los suelos agropecuarios, sino que el beneficio también se percibe en materia logística: la recuperación llegó a los principales sistemas hídricos, principalmente aguas arriba, en el Paraná, Paraguay e Iguazú. También el río Uruguay muestra signos de una gradual recuperación de su caudal.
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Mejoría. “Las lluvias por sobre lo normal comenzaron a evidenciar una mejoría respecto del mes anterior”, plasmaron los especialistas de la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías, que está integrada por especialistas de instituciones nacionales que integran la Red de Organismos Científico Técnicos para la Gestión del Riesgo de Desastres (Red GIRCyT), quienes aportan productos y herramientas para el seguimiento de las condiciones meteorológicas y agronómicas vinculadas a sequías en Argentina.
“Mediante este protocolo se busca estandarizar el flujo de información entre las instituciones involucradas para contribuir en la gestión de emergencias y desastres”, precisaron desde la Secretaría de Agricultura.
Monitoreo. Para ello elaboran un procedimiento de monitoreo sobre la base de diferentes índices de seguimiento de sequía que elaboran las instituciones que determina niveles de alerta: amarilla, naranja y roja
“Los niveles de alerta se fijan de acuerdo a la combinación para cada región del país, de diferentes indicadores y umbrales preestablecidos. La base de análisis está sustentada en el Protocolo Interinstitucional de Gestión de Información frente a la amenaza de Sequías Meteorológicas y Agrícolas en el territorio argentino”, explicaron.
