Continuó lloviendo en el centro del país mientras El Niño se proyecta para el segundo semestre

Tras la prolongada y sufrida sequía que castigó al sector agropecuario en el último ciclo, el inicio del otoño parece definitivamente haberle dado un giro diametralmente opuesto a la situación climática.

En lo inmediato, las lluvias continúan en el centro del país, con altos acumulados que probablemente llegan tarde para los cultivos de verano, pero animan a los productores a pensar en las próximas siembras de invierno.

Y a largo plazo, se consolidan los pronósticos que vaticinan que la campaña 2023/24 estará marcada por la presencia de El Niño, un fenómeno que -al revés de La Niña- prevé lluvias mayores a las normales y, por ende, altos rendimientos de los cultivos.

Los datos acumulados en los últimos cuatro días por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), recopilados por el analista Esteban Moscariello, muestran cómo un frente de tormentas ingresó al centro del país, desde el este, el pasado domingo y ha permanecido al menos hasta este miércoles, con muy importantes acumulados, en muchos casos cercanos a los 100 mm diarios.

En los mapas se observa que las favorecidas fueron varias zonas claves para la producción agrícola nacional, que fueron las más castigadas por la sequía y las olas de calor, como el norte de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y sudeste de Córdoba.

 

¿Alivio tardío? En el caso de Córdoba, por ejemplo, la Bolsa de Cereales de esa provincia informó que hubo acumulados de hasta 190 mm en los últimos dos días, particularmente en el sureño Departamento Río Cuarto. Y aclaró que estas lluvias podrían significar un alivio para cultivos tardíos, que aún están en etapa de desarrollo, aunque podría complicar la cosecha de lotes tempranos.


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En la proyección de la campaña 2023/24, la gran esperanza es que se siguen sumando pronósticos que ratifican que El Niño se hará presente segundo semestre. El Instituto Internacional de Investigación del Clima y la Sociedad (IRI) de la Universidad de Columbia (EE. UU.) señaló en su último reporte, publicado el pasado lunes, que “las anteriores anomalías negativas de la temperatura de la superficie del mar en el Pacífico ecuatorial centro-oriental se debilitaron aún más, y la cuenca se encuentra ahora en un estado ENOS-neutral”.

Habiendo técnicamente finalizado La Niña, la perspectiva es neutral entre abril y julio, y luego comenzaría a influir El Niño, con probabilidades del 60 a 67%, a partir del segundo semestre de 2023.

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