En febrero se enviaron a frigoríficos 1,05 millones de cabezas, 12% menos que en enero y 3% más interanual. Ajustada por día hábil, la faena muestra aumentos con ambas referencias: 7 y 8% respectivamente, ya que febrero anterior tuvo un día hábil más.
De esta manera, continúa la leve tendencia de aumento que se arrastra desde fines de 2021/principios de 2022.
Una posibilidad sería decir que este febrero fue el más alto desde 2009, año de la superliquidación. Esto sería cierto pero sesgado. Porque, en realidad, ese poco más de un millón de animales, supera en no más de 3 ó 5% a los febreros de los últimos 5 ó 6 años. Y resulta 15% más baja que la de aquel año.
Así que, por aquí, no se puede estar señalando un aumento desmedido de las ventas para procesamiento a causa de la feroz sequía que afecta a buena parte del país.
Esta moderación en el aumento de la oferta a frigoríficos es general para las principales categorías. Aunque es más evidente en el caso de los jóvenes.
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Pero los adultos, vacas y novillos, han venido aumentando su ritmo un poco más, con oscilaciones, pero en proporciones que no responden a una fuerte liquidación como en otras sequías duraderas e importantes.
En el caso de vacas, que hace unos meses habían mostrado aumentos interanuales desusados, bajaron fuerte entre junio y noviembre, hasta hacerse negativos, volviendo a subir hasta +45% en enero pero en febrero observa sólo +7 en la comparación interanual (+13 en el ajustado por días hábiles).
Otro signo de “normalidad” en la oferta para faena es la proporción de hembras. Desde hace un año se mantiene acotada entre 43 y 47%, hacia arriba y hacia abajo, y el acumulado de 12 meses se mantiene desde hace casi dos años muy establemente en el eje de 45%.
En definitiva, seguimos sosteniendo que el aumento suave en la faena responde al ciclo y no a la sequía y que los productores han usado ingentes esfuerzos y riesgos para mantener sus existencias a pesar de la super escasez de pasto y del costo de los alimentos.
Otro elemento que colabora en esta hipótesis es la opinión generalizada de los frigoríficos en el sentido de que no se ve la proporción de animales mal terminados, habituales en las sequías.