Los precios de las naftas y el gasoil que se expenden en todo el país volverán a subir 4% en febrero y 3,8% en marzo. Pero por el alza de la inflación en enero, superior a la de noviembre y de diciembre, el aumento sería a fin de febrero, según aseguran fuentes del sector, citadas por el diario El Cronista, al contrario de lo sucedido en enero, cuando el incremento se registró alrededor del día 5.
La escala de los incrementos resultó de un acuerdo entre las empresas refinadoras de petróleo -YPF, Axion, Raízen (que opera la marca Shell) y Trafigura (Puma Energy)- y el Ministerio de Economía, como parte de los esfuerzos del Gobierno para bajar la inflación al orden del 4% mensual o 60% anualizada en todo 2023, con el contexto del programa Precios Justos.
La primera actualización fue el 1 de diciembre, cuando Axion y Raízen aumentaron en primer término. Ese mes, YPF demoró unos días en ajustar sus precios, mientras ganó mercado al tener los combustibles más baratos, pero también quedó al borde de sufrir quiebres en los stocks de las estaciones de servicio. Por eso el sector se mueve casi con uniformidad en cuanto a la magnitud de los aumentos de precios y el momento de aplicarlos.
Pedido ministerial. Las petroleras esperaban volver a subir la nafta a principios de febrero, pero Massa pidió postergarlo hasta el día 15. Es decir, unos 45 días después del último incremento de enero. Pero igualmente, la industria cree que el próximo incremento de precios sería más cerca de fines de febrero.
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A cambio del ingreso a Precios Justos, el Gobierno se comprometió a no actualizar los impuestos a los combustibles. Por este motivo, desde 2021. la AFIP resigna una recaudación por cientos de miles de millones de pesos, con su consecuente influencia en el déficit fiscal, para no afectar aún más los golpeados bolsillos de la clase media.
El acuerdo se renegociará para darle a la industria una proyección de precios desde abril. Por lo general, en los años electorales hay un congelamiento de los combustibles en los meses previos a los comicios, y un fuerte aumento después que se conocen los resultados de la votación. Así sucedió, por ejemplo, en 2021.
Porcentajes. Según una fuente del sector, citada por el mismo medio, cada 5% que sube la nafta el traslado a la inflación es de “solo 0,2% a 0,3%”. El año pasado, el gasoil grado 2 trepó 53% en promedio contra el 2021; la nafta super, 42%; el gasoil premium para camiones, colectivos nuevos y maquinaria agrícola nueva, un 72%; y la nafta premium, un 49%. Por lo tanto, en 2022, la incidencia de los combustibles en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) fue de entre 3% y 4%.
En este contexto, un informe de la Secretaría de Energía revela que las ventas al público de combustibles alcanzaron el año pasado el volumen más alto de los últimos 12 años, según destacó el portal especializado Surtidores. La comercialización fue 18.151.002 m3 (equivalentes a 18.151 M de litros), lo que significa un crecimiento anual de 14,3%.