Luego que se estableciera que desde del 1° de marzo todos los caballos que vayan a faena deberán ser identificados individualmente con un microchip, y que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) firmara un convenio con la Unión de la Industria Cárnica Argentina (Única), para controlar la tenencia de equinos, criadores de caballos expresaron su rechazo a la medida.
El 2 de noviembre pasado se publicó en el Boletín Oficial la resolución 705/2022 que determina que el método de identificación de la caravana electrónica por radiofrecuencia de baja frecuencia (RFID, por su sigla en inglés), que es el que principalmente se utiliza para identificar a los equinos, “solo podrá utilizarse para remisión a faena hasta el 1° marzo de 2023″. En su lugar se estableció que todo equino que se remita a faena debe estar identificado individualmente mediante un transpondedor inyectable, más conocido como microchip.
Costos. Santiago Tapia, presidente de la Comisión de Sanidad de la Sociedad Rural Argentina (SRA), le dijo al diario La Nación que esta medida, que no consideran indispensable perjudica a los productores, a quienes se les agrega un nuevo costo.
“No vemos la ventaja del chip por sobre la caravana. Al revés, es una desventaja porque es más caro, y no vemos la necesidad de incurrir en ese gasto. Va a estar colocado solamente una semana en el animal y encima después hay que hacer una disección del músculo en el lugar en donde se encuentra el chip para poder extraerlo”, sostuvo.
Según la resolución, será responsabilidad del titular del establecimiento de origen de los equinos que se remitan a faena, aplicar el chip inyectable, que podrá ser adquirido por sus titulares.
“Si consideramos como es el sistema de faena en este país, posiblemente los únicos chips que se van a comercializar son los que van a tener las cámaras frigoríficas”, dijo Tapia y agregó que “cómo es un sistema abierto no hay obligación de licitar, pero va a funcionar con exclusividad para los frigoríficos, que solo lo van a terminar poniendo”.
Dificultades. Señaló que, generalmente, como se venden pocos animales, será difícil para el productor tener sus propios microchips y por eso los va a terminar colocando el frigorífico, al retirar los animales del establecimiento agropecuario, como actualmente sucede con las caravanas.
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“El problema es que no lo puede colocar cualquier persona, sino alguien que esté instruido y en la resolución eso no se detalla, tendría que ser un veterinario, pero es un gasto extra”, se quejó Tapia.
La resolución consigna que el transpondedor inyectable (chip) deberá implantarse por vía parenteral, en el tercio medio del lado izquierdo del cuello del equino. Debe ubicarse “un palmo por debajo de la línea de la crin, palpando el ligamento nucal, previo escaneo de la superficie del cuello del animal, para verificar que no exista algún otro dispositivo implantando”.
Temores. En la actividad equina, temen que la resolución que regirá desde el 1° de marzo sea la antesala del regreso al proyecto inicial de chipear todos los caballos. “Ahora empiezan con los 100.000 que faenan y después lo van a extender. No digo que esté mal, pero hay que hacerlo programado, con el consenso de los productores y del sistema”, insistió Tapia.
Fuentes del sector citadas por el diario La Nación, Argentina tiene una población cercana a los 4 M de equinos, de los cuales se faenan anualmente unos 120.000 animales.
Por su parte, coincidiendo con lo planteado por Tapia, Raúl Etchebehere, presidente de la Asociación de Criadores de Caballos Criollos (ACCC), indicó que “lo llamativo” es que a mediados de 2022 hubo una reunión con funcionarios del Senasa, quienes aseguraron que la obligatoriedad de los microchips para animales con destino a faena estaba “parado”. Y criticó que se quiera empezar a chipear los caballos, siendo que “ni siquiera hoy son caravaneados”.
La reunión mencionada por Etchebehere se realizó luego que Única, en representación de 4 frigoríficos de carne equina, enviara al exministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, y al Senasa una carta solicitando se homologara el Sistema Realidad “para el registro de existencias, movimiento y trazabilidad total de los équidos del país”, con un microchip.
El Senasa había firmado un acuerdo de cooperación mutua con Única para “facilitar el monitoreo, el relevamiento y el registro de la tenencia de equinos identificados individualmente, a través del uso voluntario de la Plataforma Sistema Realidad”.
Gratis. Consultado por el mencionado medio, en el Senasa expresaron que “a partir de la firma de un convenio entre el Senasa y Única, la industria frigorífica ofrece al productor propietario de equinos la posibilidad de identificar con microchips, tanto los equinos que tiene previstos remitir a faena como el resto de los equinos que permanecerán en el establecimiento, sin costo alguno para su propietario”, dijeron.
Y agregaron: “La compra de los microchips la realizó Única y los distribuye entre las cuatro plantas frigoríficas, las cuales a su vez disponen de personal para la aplicación de los mismos. Mediante una app desarrollada por Única los datos ingresan a una base de datos, los cuales, previa verificación de la identidad del propietario y su inscripción al Renspa migran a la base de datos del Sisgsa (Sistema Integrado de Gestión de Sanidad Animal) para el inicio de la trazabilidad individual”, agregaron.
A su vez, en el Senasa recordaron la resolución 1698/2019, que creó el Sistema Nacional de Identificación Electrónica de Animales. Precisaron que “el código de Identificación Individual Oficial que contiene el microchip se basa en una combinación numérica asignada por el Senasa, único e irrepetible, que identifica de manera individual a cada animal”.
Y añadieron que “el colocado de los dispositivos de identificación debe ser realizado por personal idóneo, siguiendo las instrucciones del fabricante, utilizando el aplicador correcto, en buenas condiciones higiénicas, con prácticas de manejo que minimicen el dolor y el estrés, y prevengan las contaminaciones o alteraciones patológicas de los tejidos”.
