La escalada del dólar libre de las últimas semanas no impacta directamente en el campo, ya que la mayor parte de los insumos agrícolas cotizan al tipo de cambio oficial y, con la siembra acercándose a su finalización, los productores tienen todo comprado. Pero la situación es diferente con los repuestos y neumáticos, afectados por las restricciones a las importaciones y más expuestos al movimiento del dólar paralelo.
En tal sentido, Jeremías Battistoni, analista de la consultora AZ Group, precisó que en los últimos meses hubo precios que bajaron en dólares, como fertilizantes que pasaron “de US$1.500 a la mitad”, y la urea y el glifosato cuyos precios bajaron 30%. “Los agroquímicos se venden a dólar oficial, ese es el tipo de cambio que se usa”, explicó.
Por su parte, Enrique Baya Casal, operador del mercado de semillas y agroquímicos, coincidió en que la suba del blue “no influye en nada para el campo; va todo por el oficial. No cambió nada”. Solo podría afectar a los productores que quieren “comprar dólar MEP”, opinó.
Maquinaria. Pero los mayores problemas están en el rubro de la maquinaria agrícola, en lo que hace al mantenimiento y repuestos. En la industria dicen que hay “faltantes” como pasa “en todos” los sectores y que estas dificultades generan subas de precios por una cuestión “lógica de oferta y demanda”.
“No tienen por qué tener impacto la suba del blue -insite Battistoni-. Los insumos corren al tipo de cambio oficial, que se está devaluando a un poco más de velocidad de lo que venía y eso hace ganar algo de capacidad de pago”.
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Sí observa, que hay una suba de lo relacionado a labores como siembra, aplicaciones, cosecha y hasta los fletes que, por la inflación, registraron alzas en dólares. “A medida que se acelera la devaluación, no se pierde tanto contra ese salto en pesos”, aclara.
Por su parte, Sebastián Calvo, de la empresa Surcos, ratifica que el dólar oficial es el que se usa en los insumos agroquímicos y fertilizantes, aunque admite: “(Si) corre la inflación, sí se encarecen los costos de nuestras operaciones”, advirtiendo que, si la brecha se amplía, sí empieza a ser un problema.
Inflación. En tanto, Matías Amorosi, gerente general de AZ Group, señala que, más que la escalada del dólar blue, lo que se debe seguir es el impacto que esa suba tenga en la inflación: “Si el paralelo sube, golpea a todos los productos de consumo masivo en la Argentina y eso hace que los precios se incrementen. Si pasa eso, hay que ajustar todos los costos y los salarios. Y eso afecta a las empresas productoras o comercializadoras de insumos para el agro y, en definitiva, hay un impacto indirecto”, explica.
El efecto secundario que señala Amorosi es que si el blue sigue la carrera alcista también debe hacerlo el oficial para que “no se amplíe la brecha”. Los economistas entienden que el aumento se explica, en parte, porque el dólar paralelo venía atrasado respecto de la inflación en los últimos dos meses, aunque reconocen que el salto fue “brusco”.