La Argentina alcanzará, en 2022, una cosecha récord con ingreso de unos u$s90.000 M, sin embargo, registrará simultáneamente el peor superávit comercial de los últimos 4 años.
Para 2023, por la demora en las siembras, distintos informes reflejan que las fuertes liquidaciones del sector agroexportador, llegarán solo a partir de mayo y proyectan un escenario de “mayor tensión” en la salida de divisas que presionan sobre el Banco Central.
En los primeros 11 meses de 2022, luego de haber recibido la liquidación especial del “dólar soja” 1 y, pese a que una parte importante de los vencimientos de deuda pública con acreedores privados externos en dólares y las cancelaciones de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se despejaron hasta 2024/25, las reservas internacionales brutas cayeron u$s987 M.
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Sumas y restas. Los alrededor de u$s9.000 M que los derechos de exportación (DEX) de las cadenas agroindustriales le dejarán a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), en 2022, engrosarán la recaudación y sostendrán el superávit comercial, sin embargo, y pese a la recaudación extra de las dos versiones del “dólar soja”, el Gobierno se prepara para un “tiempo de descuento”.
Sucede que “a partir de la siembra actual, de cara a la campaña gruesa, estamos viendo una vuelta a la soja con, aproximadamente 17 millones de hectáreas, un millón adicionales al ciclo anterior, en detrimento del maíz que está cayendo entre 8 y 9 %”, explicó Javier Treboux, economista de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
En esa coyuntura de demora de la siembra, se espera también un retraso en la comercialización y logística: “Habrá mayor oferta en los meses de junio-julio con el maíz tardío, en detrimento de los cuadros tempranos que entran en marzo-abril”, dijo Treboux.
La sequía complica las producciones que se sembraron entre septiembre y noviembre, con posibilidad de pérdida de lotes. Una situación que sólo se revertirá si llueven entre 10 y 15 mm de agua durante las próximas semanas.
Definición. Marzo y abril, cuando se da la “zona de definición de rindes” de soja y maíz, serán claves para conocer el panorama de ingreso de divisas de 2023. Según las proyecciones de la BCR, las exportaciones de los principales complejos del agro totalizan u$s40.694 M (FOB), unos u$s1.200 M menos respecto de 2022.
Sin embargo, en término de liquidación de divisas, el escenario más pesimista que planteó la entidad, si las condiciones climáticas adversas persisten, puede alcanzar hasta u$s15.000 M menos, también en comparación con el año que termina.
“La campaña de fina fue realmente mala, falta ver cómo se desenvuelve el sudeste (bonaerense), la principal región de producción de trigo y cebada, pero los números hablan de un 50% menos sobre la campaña anterior”, sostuvo Agustín Barberis, CEO de la consultora Agrology, y explicó que “en (la) zona núcleo hay hectáreas no cosechadas y rindes que apenas pagan los gastos variables de cosecha, lo que compromete el ingreso de divisas para los próximos meses”.
Mayo. En el año electoral, la disponibilidad de divisas, más allá de la “zanahoria” que ofreció el ministro de Economía, Sergio Massa, a los sectores productivos para congelar precios y bajar a 4% la inflación en marzo, por la sequía, el sector agroexportador comenzará a aportar divisas por exportación solo a partir de mayo, lo que obligará al Gobierno a buscar fuentes alternativas de financiamiento para no enfriar más la economía.
Soja. El complejo sojero registraría despachos por u$s24.700 M, casi u$ 730 M más que en 2022, según la BCR. “Se trata del mayor volumen proyectado a exportar de todos los productos del complejo (+3,8 M/t entre el poroto, la harina/pellets, el aceite y el biodiesel) (que) más que compensan (los) precios de exportación levemente, inferiores para el próximo año”, dice el informe.
Maíz. El complejo maíz alcanzaría exportaciones por u$s9.983 M, y superaría la marca del 2022, en u$s 150 M. Sin embargo, la estimación actual se recorta en u$s460 M con respecto a lo previsto hace un mes, “producto de un ajuste en la estimación de producción”, aclaró.
Trigo. Las exportaciones del complejo trigo caerían fuertemente en 2023 respecto del récord de 2022. La BCR proyecta que el valor exportado por alcanzaría u$s2.577 M, una merma de u$s2.075 M respecto del año actual y con un recorte de u$s730 M respecto de lo estimado hace un mes.
Girasol y cebada. Finalmente, el complejo girasol alcanzaría exportaciones por u$s1.710 M, mientras que el complejo cebada registraría despachos por u$s1.725 M. El primero de ellos tendrá una caída en los precios de exportación sólo en parte compensada por un mayor volumen a despachar; en tanto que, para el segundo, a la inversa, “mayores precios previstos más que compensan un menor volumen proyectado a enviar al exterior”, concluyó la BCR.