Las empresas de maquinaria agrícola aseguran que solo tienen insumos para unas semanas tanto por el conflicto de neumáticos, como por las trabas para importar insumos para la fabricación de equipos que, en algunos casos tienen una integración nacional de apenas el 20%, es decir que el 80% de sus componentes son importados.
Dadas ambas situaciones, los fabricantes de maquinaria agrícola advierten que podrían frenar entregas. Así como dos terminales automotrices suspendieron la producción por tiempo indeterminado -Ford, en General Pacheco y Toyota, en Zárate- y otras podrían hacerlo en los próximos días si no se resuelve el conflicto gremial de los trabajadores del neumático, las empresas de maquinaria agrícola temen que ese problema se traslade a sus líneas de producción. Por la escasez de neumáticos, algunas compañías, como Agco, que fabrica y arma en el país tractores y cosechadoras de esa marca, así como de Valtra y Massey Ferguson, ya bajaron el ritmo de producción.
Riesgo. “Por la situación del país, meses atrás, el Gobierno pidió que se compre todo lo que se pueda en el mercado nacional. Entonces, varios proveedores debieron cubrir lo que dejó de venir de afuera. Ahora necesitamos que el conflicto se solucione porque tenemos entregas comprometidas que corren riesgo”, advirtió Eduardo Borri, presidente de la Cámara Argentina Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma).
A diferencia de la industria automotriz que trabaja con las horas contadas -con el método que popularizó Toyota, just in time (“justo a tiempo”)- en el caso de la maquinaria agrícola los plazos son más largos, dado que hay una mayor previsión en el acopio de insumos por parte de los fabricantes.
Sucede que el equipamiento que actualmente se fabrica fue vendido hace 6 meses. “Si la mercadería no entra antes de los próximos 2 meses, no tendremos qué producir. Cuando se cierran las ventas, las empresas suelen anticipar la compra de una parte de la materia prima. La otra se adquiere luego”, explicó Borri al diario El Cronista.
En ese sentido, en la fábrica Agco -ubicada en la localidad bonaerense de General Rodríguez- la demanda de cubiertas es atendida por proveedores de producción local. La planta prácticamente triplicó la fabricación de tractores comparado a la prepandemia. Pero ya en agosto, cuando escaló el conflicto gremial de neumáticos, “bajó significativamente el ritmo de producción”, explicó Gustavo Meyer, director de Agco Argentina.
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“Si bien venimos trabajando para mitigar los impactos con stocks internos, dada la particularidad, especificidad y diversidad de las soluciones que producimos, las alternativas no son simples. Generan ineficiencias, costos extra y una caída en la cantidad de tractores producidos, lo que nos lleva a cambiar el orden de producción en base a los planificado y priorizar la disponibilidad de rodados sobre el resto de los componentes. Esperamos una rápida solución del conflicto para operar de manera más efectiva hacia adelante”, detalló el ejecutivo.
Desde el exterior. A los problemas argentinos, se suma el complejo escenario mundial. Por los nuevos brotes de Covid-19 en China, las entregas de componentes provenientes del exterior ya venían demoradas. A esto se sumaron las trabas para importar, con las restricciones que extendió el Banco Central. “El final del cepo a las importaciones nos permitía llegar a septiembre, pero la entidad determinó que seguirá vigente hasta diciembre. Ahora, el asunto se complica con el conflicto de los neumáticos”, comentó Borri.
Estas complicaciones ya se reflejaron en las ventas de agosto: cayeron 30% interanual y un 50% respecto de las proyecciones que tenían las fábricas, según indicó Cafma. La sequía y el encarecimiento del crédito bancario -las tasas pasaron del 30% al 100%-, junto con la incertidumbre macroeconómica, golpearon la venta de estas herramientas.
“Por 60 días más podemos agregar valor, pero con problemas de competitividad, productividad y eficiencia. Este escenario nos enciende una luz amarilla. Si no se revierte, vamos a estar complicados. Al no contar con los materiales, no podemos fabricar o entregar una maquinaria a la que le falta un rodamiento o un neumático”, explicó Borri