Tres emprendedores surgidos en el campo contaron en el Congreso CREA 2022 cómo lograron transformar la realidad que los rodeaba.
En el final de la segunda jornada del Congreso Nacional CREA 2022 se pudieron conocer algunos casos de emprendedores criados en el campo a los que un espíritu inquieto los llevó a transformar la realidad. Inés Mengido, Lucas Recalde y Marina Muscolo contaron cuáles fueron los propósitos que los impulsaron y cómo lograron llevar la experiencia individual a la esfera colectiva.
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Creemos que todos podemos ser parte de la solución a las consecuencias del consumo y el descarte y brindamos herramientas para hacerse cargo de ello.
Por su parte, Recalde cuenta que para él era muy difícil trabajar en lo social desde la visión de una empresa. Empezó a preguntarse cómo adaptar y resolver las problemáticas que veía y a su vez generar externalidades positivas. Entonces desarrolló un sistema constructivo que no usa ni agua ni energía y que se puede llevar a cualquier lado, y que usa como materia prima el plástico. De esa forma empezaron a generar empleo, construir casas y construir comunidades.
Muscolo contó que veía a las mujeres rurales que no tenían trabajo, y empezó a ver en las abejas una posibilidad para ellas. “Hay que tomar a la mujer rural como una aliada en las empresas agropecuarias. Son personas que están muy capacitadas, pueden subirse a un tractor, manejar una computadora, andar a caballo, y además se quieren quedar en el campo”, dijo. Con esa conciencia, desde Pehuajó, en el oeste bonaerense, formó una red de mujeres rurales, se alió con el INTA para capacitarlas, y hoy gracias a eso hay 1.700 mujeres capacitándose en apicultura en todas las provincias de la Argentina y en 17 países más. Además, a algunas les entregan material para que arranquen con el oficio, y luego las que quieren pueden donar algo de miel para que se compre equipos para más mujeres.
Hay que tomar a la mujer rural como una aliada en las empresas agropecuarias. Son personas que están muy capacitadas y además se quieren quedar en el campo.
“Nos inspiramos en el funcionamiento de las colmenas, donde la vida de cada abeja depende de todas las demás”, dijo Muscolo. Y luego afirmó: “Quiero eliminar el paradigma de que las mujeres no tenemos las mismas capacidades que los hombres. Me duele que seamos una minoría entre los ingenieros agrónomos. Tenemos que estar porque agregamos valor, las empresas con mujeres son más rentables, son más sustentables”, aseguró.
Sobre el final, Mengido dijo que quiere terminar con el paradigma del desarrollismo. “Hoy si te va bien o mal tiene que ver con la rentabilidad de tu negocio, esas curvas hacia el infinito, de bajar costos y maximizar ganancias. Hay que agregar otras variables: ¿cuánto impacto estamos generando? ¿Qué estamos dejando para las próximas generaciones?”.
Fuente: CREA