Para un productor agropecuario boliviano, sus pares argentinos “trabajan para el Gobierno”

Luis Lavadenz Rodas (56), un ingeniero agrónomo y productor en la zona de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, estuvo la semana pasada en Rosario, integrando un grupo de grandes productores de su país, para actualizarse sobre agricultura de precisión, en el 30° Congreso Aapresid.

Entrevistado por el diario La Nación, el profesional y agricultor trazó un paralelismo respecto de las condiciones en las que trabajan los productores de ambos países. Según consideró, las retenciones desfavorecen y sacan de competencia a los productores locales, que terminan “trabajando para el Gobierno”.

El agrónomo analizó la situación de los agricultores argentinos y comparó las condiciones en las que trabajan respecto de las que existen en su país, donde no existen derechos de exportación, ni hay una alta carga impositiva.

Que no pase en Bolivia. “Personalmente, las retenciones las veo mal, muy complicadas, porque el agricultor (argentino) trabaja para el gobierno. No estoy de acuerdo que todo trabajo de la producción tenga que pagar un impuesto tan alto que desfavorece al productor. Las retenciones (en la Argentina) son mucho. Esperemos que Bolivia no siga los pasos de la Argentina, que cada día sale con algo nuevo. Los gobiernos que tenemos son muy parecidos y a veces seguimos tendencias que no debemos”, opinó.

Lavadenz Rodas explicó que, en Bolivia, si bien los productores no deben enfrentar retenciones, sí tienen otras falencias, como la importación de agroquímicos o la aprobación de nuevas tecnologías para el sector. “A los productores (bolivianos) los números les cierran bien todavía, pese a que se tenga que importar todo”, amplió.

Acompañado por un grupo de 15 productores para ver las novedades sobre ganadería y agricultura de precisión, explicó que, en su caso, están adaptando todo lo que se importa desde la Argentina, Brasil, Estados Unidos, China, entre otros países.


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Congresos fundamentales. “En la Argentina, tienen un pie más adelante con respecto a los demás países en temas relacionados con las producciones transgénicas; los congresos de siembra directa siempre fueron fundamentales porque traen las novedades. Nosotros estamos adoptando permanentemente y creo que tenemos un buen futuro”, señaló.

En Bolivia la siembra directa se adoptó hace 30 años. La zona de Santa Cruz de la Sierra es la principal donde está en práctica, aunque el agrónomo indicó que aún quedan grupos pequeños de agricultores que todavía hacen labranza, en porcentaje ínfimo. “Nos hemos visto privados de adoptar los transgénicos por el Gobierno, que tiene un punto de vista muy retrógrado. Se logró aprobar la soja Roundup Ready (RR), que comenzó a entrar y sembrar sin autorización; cuando el gobierno se dio cuenta, ya teníamos un 80% de siembra de este evento y lo tuvo que aprobar”, explicó.

Tecnología ilegal. La adopción de genética con tecnología como la resistencia a los insectos se convirtió, dijo, en una pelea permanente que tiene el productor para poder producir, lo que ha llevado a hacerlo de forma ilegal. “Hay mucho que se está haciendo, porque el agricultor consigue la semilla y siembra”, admitió.

Finalmente, señaló que la pelea que llevan adelante ahora es entrar abiertamente con la biotecnología, que “existe bajo cuerda”, y que se está usando por necesidad. “Hay muchas áreas que ves y te das cuenta de que hay tecnología que no es legal. Todos queremos sumar y llegar muy fuerte en la producción, pero dependemos de las aprobaciones”, dijo.

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