El nuevo ministro de Economía comenzó a pulir los detalles para asegurarse los u$s5.000 M que llegarían en los próximos 2 meses como adelanto de exportaciones. Buena parte de ese monto lo aportarían las cerealeras, con las que se negociaban importantes beneficios para que traigan esas divisas.
Según informó el diario El Cronista, citando fuentes que participan de la negociación, el Gobierno propone dos “zanahorias” al sector agroexportador para que traiga dólares. La primera, la extensión de los depósitos en pesos atados a la divisa estadounidense a todas las empresas que adelanten exportaciones.
La segunda, apuntando a las agroexportadoras, consiste en permitirles conservar, en dólares, los billetes que traigan para prefinanciar exportaciones, en vez de tener que liquidarlos al tipo de cambio oficial. Además, el Banco Central pagaría una tasa de interés por esos depósitos.
Esas empresas tienen la obligación de liquidar, en 2 semanas, las divisas que reciban por lo que exporten. Para prefinanciar exportaciones -generalmente créditos con sus casas matrices-, deben traer los dólares, pasarlos a pesos y pagar un costo por ese riesgo cambiario. El Gobierno les ofrecería no solo mantener los dólares que consigan, sino recibir un rendimiento por depositarlos en el Banco Central.
Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), le dijo a Radio Con Vos que “un régimen más amplio de cuentas en dólares” daría “tranquilidad” al sector, ante temores de devaluación. Pero que los productores necesitan “tener cierta estabilidad cambiaria” para acelerar la venta de sus granos.
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¿Solo un asiento contable? Según una fuente de la actividad agroindustrial citada por el mismo medio, “es una ventaja enorme para las cerealeras, porque les simplifican los costos de exposición. Es mucha plata”. Si se concretaran las medidas que se dejaron trascender, el Banco Central sumaría así reservas brutas, pero no divisas de libre disponibilidad.
En lo concreto, este acuerdo solo serviría para ganar tiempo. Economía y el Banco Central deben conseguir que los productores agropecuarios vendan soja con precio a fijar por unos u$s2.500 M, operaciones de que vienen demoradas, según opina el presidente del Central, Miguel Ángel Pesce.
Massa dijo que se extenderá el beneficio que el Central instrumentó la semana pasada, en principio hasta el 31 de agosto, para que los productores puedan comprar dólares “solidarios” por el 30% de lo que vendan y depositar el saldo en una cuenta en pesos, pero a “dólar link”.
Ese tipo de depósito atado al dólar cubre al productor y a la cerealera de una devaluación, aunque no son dólares billete. Si el Banco Central suma reservas, podría alejar las expectativas de una depreciación brusca de entre 30 y 40%, que, para algunos economistas, permitiría descomprimir la venta de soja.
Sin letra chica. Pero faltan detalles sobre los costos de la medida y hasta dónde el nuevo ministro de Economía prorrogará las concesiones hacia el agro. La expectativa de que habría mayores beneficios para los productores y hasta un tipo de cambio diferencial demora cualquier venta de cosecha.
En tanto, desde el gabinete económico dejaron trascender que también están avanzadas las conversaciones con empresas mineras y pesqueras, para que también adelanten exportaciones.
