De acuerdo con estimaciones de la actividad privada, el complejo agroexportador cerrará 2022 con un aumento en sus despachos, pero sin que el Banco Central de la República Argentina (BCRA), logre recomponer su nivel de reservas.
El escenario favorable de precios internacionales, especialmente de los subproductos sojeros como la harina y el aceite, impulsaron el ingreso de divisas.
Mientras la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) calculó que 2022 finalizará con un crecimiento interanual de U$S3.231 M, los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) estimaron que en los primeros 5 meses del año, las exportaciones crecieron 15% y generaron U$S15.329 M.
A esa estimación se sumó la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCC) que elaboró un informe donde reflejó el impresionante flujo de dólares aportado por las exportaciones del complejo agroindustrial, en los primeros 5 meses del año.
[Economía] ??
La cadena agroindustrial es la principal generadora de divisas del país??
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— Bolsa de Cereales de Córdoba (@BCCBA) July 7, 2022
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Pero el aumento de las importaciones, especialmente en energía y la compleja situación de la economía argentina impiden que el BCRA acumule reservas, mientras el Gobierno intenta reformular algunos de los términos del acuerdo firmado con el FMI.
Comienzan a caer. En este contexto, desde CREA anticiparon un escenario complejo para el ingreso de dólares en lo que queda de 2022. “El segundo semestre demandaría un cambio en la dinámica si se desea alcanzar las metas del acuerdo con el FMI”, sostuvieron.
A este factor, se agrega que el polo de molienda emplazado en las terminales portuarias del Gran Rosario cuenta con menor materia prima para trabajar. Esta situación ya es visible, con una merma en los despachos de harina y aceite de soja que, según la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), cayeron, respectivamente, en 1,4 M de toneladas y 250.000 toneladas.
Aunque hasta mayo el saldo de la balanza comercial arrojó un saldo positivo de U$S2.989 M, el incremento de las importaciones, especialmente de combustibles y lubricantes -que subieron 206% interanual- empezaron a deteriorar la balanza comercial.