Una buena: La Niña comenzaría a debilitarse

En lo que resta de la temporada 2021/2022, hasta el final del Otoño, el sistema climático evolucionará desde su actual estado de “La Niña Débil” hacia un “Neutral Frío”, pero su influencia será escasa. A partir de Abril, aunque “La Niña” se mantenga vigorosa, sus efectos sobre el Hemisferio Sur disminuyen, y pasan a sentirse en el Hemisferio Norte, donde afectan a la temporada primavera-verano de ese Hemisferio, como lo ponen en evidencia las nevadas y olas de frío tardías que están experimentando los EE.UU. y Europa.

No obstante, el Sistema Climático del Cono Sur continuará perturbado debido a la acción de otros factores: • El funcionamiento del Anticiclón del Brasil continuará debilitado por el marcado calentamiento que sufren el Océano Atlántico Tropical y Subtropical desde hace varios años, haciendo que el aporte de humedad hacia el interior del Cono Sur se torne errático. • Los vientos polares se encuentran por encima de su vigor normal, impulsando vigorosas masas de aire frío hacia el interior del Cono Sur, a lo que se suma el avance hacia el norte de la corriente marina fría de Malvinas, generando el riesgo de heladas tempranas y obstaculizando la llegada de humedad atmosférica desde el trópico. Debido a esta interacción, las áreas cercanas al Litoral Atlántico y Fluvial observarán precipitaciones normales a superiores a lo normal, pero las situadas hacia el interior registrarán valores por debajo de la media, mientras que la temperatura experimentará una alternancia entre lapsos templados, con registros algo superiores a lo normal, y cortas y vigorosas irrupciones de aire polar, con riesgo de heladas localizadas y generales.


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En lo que hace a una posible evolución del Sistema Climático durante la temporada 2022/2023, en las últimas semanas, continuaron disminuyendo las diferencias entre las versiones más optimistas, como la del Servicio Meteorológico Australiano (BOM), y las versiones más pesimistas, como la de la NOAA de EE.UU., y en este momento, la mayoría de las perspectivas apunta a una evolución dentro del rango “Neutral Frío” con tendencia hacia un gradual calentamiento. Asimismo, debe tenerse en cuenta que, el accionar de otros factores, como el calentamiento del Atlántico Tropical y Subtropical, la corriente de Malvinas y los vientos polares, contribuirán a generar perturbaciones significativas. No obstante, entre comienzos y mediados de la Primavera, podría producirse un enfriamiento parcial del Pacífico Ecuatorial que, aunque se mantendría bien por encima del estado de “La Niña”, podría causar una pausa temporaria en las precipitaciones, a la vez que se produciría heladas tardías. Este proceso sería temporario, y posteriormente el Pacífico Ecuatorial volvería a calentarse, evolucionando hacia un “Neutral Levemente Frío”.

Al producirse el solsticio de verano del Hemisferio Sur es probable que tenga lugar una nueva pausa en las precipitaciones, que será acompañada por tiempo caluroso. Si bien este fenómeno suele darse en la mayoría de los años, en esta ocasión podría ser un poco más intenso que lo normal. Puede concluirse que: • Si bien el Sistema Climático se aleja gradualmente de la posibilidad de un tercer episodio consecutivo de “La Niña”, la temporada 2022/2023 observará perturbaciones de consideración. • En lo que hace a la cosecha fina 2022/2023, es probable que las condiciones sean favorables en las zonas de cultivo más cercanas al Litoral Atlántico y Fluvial, con precipitaciones moderadas a abundantes y buena disponibilidad de frío, pero es de temer que las zonas del interior, sobre todo las situadas hacia el Sudoeste, desarrollen importantes focos de sequía, y que se presenten heladas primaverales tardías. No obstante, un buen uso de las reservas de humedad dejadas por las lluvias de finales de verano y comienzos de otoño podría mitigar considerablemente esta carencia. • En cuanto a la cosecha gruesa 2022/2023, la mayoría de las perspectivas apunta a una reactivación de las precipitaciones, a partir del final del invierno, aunque podrían presentarse dos períodos con perturbaciones, uno seco y frío, entre comienzos y mediados de la primavera, y otro, seco y caluroso, hacia el inicio del verano, luego de lo cual las condiciones climáticas retornarían a un estado cercano, aunque levemente inferior, a lo normal. • El caudal de los grandes ríos se irá recuperando gradualmente a lo largo del otoño y el invierno próximos, siendo probable que el estiaje de Septiembre próximo sea bastante marcado, y que su nivel tarde en recuperarse totalmente.

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