La Asociación de Pequeñas y Medianas Industrias Molineras de la República Argentina (APYMIMRA), una cámara empresaria que reúne a 38 pymes del rubro radicadas en Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa y Santa Fe, no integrará el Fondo Estabilizador del Trigo, el fideicomiso creado por el Secretario de Comercio Interior, para compensar la harina que llega a las panaderías.
“Los mecanismos de reintegros y los requisitos exigidos para participar del fideicomiso que se pretende son de imposible cumplimiento para las pymes. El régimen nuevamente propone vender la harina a precio subsidiado (por debajo del costo de fabricación), para luego recibir una compensación por parte del Estado, sin considerar que el trigo es la variable con mayor riesgo de predictibilidad en el mundo de hoy”, señaló APYMIMRA.
Y fue más clara aún: “Ninguna pyme puede vender por debajo de sus costos de producción y aguardar el pago incierto de los desembolsos”, agregó la asociación.
Para las pymes molineras, el sistema favorece a las grandes empresas molineras. “El fideicomiso se ha convertido en un extraño mecanismo elaborado para solventar otros fines. Este instrumento no solo subsidiaría la harina para el pan de consumo de la familia vulnerable, además propone subsidiar especialidades como harinas 0000 y tapera (desarrollada para abastecer a los elaboradores de tapas de empanadas y tartas), semolín, premezclas y harinas integrales, que se vinculan a panificados más refinados, consumidos por sectores de alto poder adquisitivo, o son utilizados por los mismos grandes molinos que elaboren ese tipo de productos o especialidades”, apuntó.
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Ganadores y perdedores
Y añadió APYMIMRA, por si faltaba ser más explícita, que “el sistema propuesto, favorece a las grandes empresas del sector y perjudica seriamente los intereses de las empresas pequeñas y medianas, que dicen promover”.
Los molinos pyme citaron la historia reciente respecto de estos mecanismos compensatorios en la nota enviada al secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti. “Le recordamos nuestra experiencia en este tipo de intervenciones: no cumplen con los objetivos y nos ponen en riesgo. Así sucedió con la Oncca, que dilapidó grandes sumas de dinero de los argentinos. Estas políticas generaron un efecto contrario al anunciado. No sólo el precio del pan no se redujo, sino que tampoco la totalidad de las compensaciones acordadas se abonaron en tiempo y en forma. Esto favoreció la concentración del sector”, indicó.
Para crear el Fondo Estabilizador del Trigo el Gobierno subió, a mediados de marzo pasado, los derechos de exportación de la harina y el aceite de soja de 31 a 33%, con el objetivo de recaudar unos US$ 370 M a US$ 400 M de dólares a pagar a los molinos como compensación ante la suba internacional del trigo. Al mismo tiempo, fijó una harina de unos $1.200 la bolsa de 25 kg puesta en las panaderías. Para ponerlo en marcha, Comercio designó a Bice Fideicomisos como fiduciario del contrato de fideicomiso del Fondo Fiduciario del Trigo.
Ya en el primer gobierno de Cristina Kirchner, la ex Oncca, disuelta por denuncias de irregularidades, había otorgado millonarias compensaciones a molinos harineros, feedlots, y empresas avícolas, entre otros actores de la cadena agroindustrial, para evitar subas de precios.
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Maltrato
Sobre el final del comunicado, la cámara de los molinos pyme fue aun más duro con Feletti: “Desde que surgió la intención de intervenir en el sector hemos estado dispuestos y abiertos al diálogo y al intercambio de ideas. A nuestra cooperación y sana preocupación, respondieron con multas polémicas y desmesuradas (que el Gobierno fijó semanas atrás por presuntos incumplimientos de las empresas). Por lo expuesto, expresamos nuestro más enérgico rechazo al Fideicomiso invitando al secretario Feletti a retomar la vía institucional del diálogo para encontrar las mejores soluciones para el país”.
Por su parte, tras conocerse la decisión de APYMIMRA, la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), que agrupa a las grandes empresas del rubro, le manifestó al diario La Nación que siempre expresó que no estaba de acuerdo con esta herramienta y que prefería el libre mercado u explorar otras opciones. Y otras fuentes del sector, citadas por el mismo medio, dijeron que, si bien hay consultas de las empresas adheridas, la decisión de participar en el Fondo rechazado por los molinos pymes es algo que corresponde a cada compañía, en forma individual.
