La nueva suba del gasoil le costará al campo US$344 millones y provoca una creciente incertidumbre entre los contratistas

Los incrementos en los valores de los combustibles entre 9% y 13,5%, dispuesto en las últimas horas por las petroleras Shell, Axion e YPF, -las que concentran la mayor participación en el mercado- y que siguieron el resto de las marcas, afectarán especialmente al transporte y a la actividad agropecuaria, en tiempos en que se está completando la cosecha gruesa y está por comenzar la siembra de granos finos. En este sentido, Sociedad Rural Argentina difundió un estudio que se mide como impacta el aumento de los precios del gasoil en la actividad, al tiempo que los contratistas rurales manifestaron su creciente preocupación, por la incertidumbre para fijar tarifas por sus servicios.

Las principales petroleras del país incrementaron el gasoil según el siguiente detalle: YPF 9,9% el litro del diesel común y 13,5% la versión premium. Shell, 10% y 11%, respectivamente; y Axion, 11% en ambos productos.

La suba se registra a menos de un mes de los serios problemas de abastecimiento del diésel que derivaron en aumentos muy dispares en distintas provincias, y que desembocaron en un paro de transportistas de granos que se extendió durante la última Semana Santa, a mediados de abril pasado.

La petrolera líder en el mercado de combustibles, de mayoría accionaria estatal, YPF, explicó por qué aumentó el precio de sus combustibles: “Este incremento sigue al ajuste de precios realizado por las principales comercializadoras durante el fin de semana y permite evitar que se siga ampliando la brecha de precios ya existente con la competencia”, argumentó la compañía estatal que, por primera vez en muchísimo tiempo, siguió a Shell y Axion que ajustaron sus precios 48 horas antes. Habitualmente YPF ajustaba sus precios y luego lo hacían el resto de las petroleras.


Lee también


Demanda récord de gasoil en abril

Según esta empresa, antes de este aumento, ya existía una brecha de entre 7 y 12% en los precios al público respecto de su competencia, lo que “provocaba un incremento de demanda hacia la red de YPF, generando importantes quiebres de productos en todo su sistema e impactando en el nivel de servicio hacia todos sus clientes”. El comunicado agregó además que “en abril la demanda en el mercado local fue muy alta, en especial en gasoil que fue el mes de mayor demanda de la historia”.

En ese sentido, y respondiendo a las denuncias de faltantes de gasoil, la petrolera de mayoría estatal subrayó que fue la compañía que “más esfuerzos realizó para garantizar la oferta, incorporando el 75 % del volumen adicional requerido en abril versus marzo 2022”. Y argumento que se diferenció “claramente” de otras compañías que “incluso redujeron su oferta de productos al mercado durante el mismo período”.

Además, precisó que este incremento está asociado a diferentes variables: la evolución de los costos asociados a la refinación y comercialización; el incremento de los precios locales de biocombustibles producidos por terceros y que los comercializadores de combustibles deben adquirir a precio regulado; y el sostenido aumento de los precios internacionales de los combustibles que se importan para complementar la refinación local, con la cual la Argentina no se autoabastece.

Sobre el gasoil, YPF remarcó que en las últimas semanas este carburante tuvo un aumento del 30% respecto los valores de marzo. Y mencionó que “los precios locales de biocombustibles han aumentado en el orden del 30%, en el mismo período, y se proyecta que acumulen un 50% de incremento de enero a agosto 2022”.

Incidencia en el agro

En semanas en que comienza el tramo final de la cosecha de soja y maíz, y en pocas semanas comenzará a sembrarse el trigo, el Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina (SRA), estimó que este incremento del gasoil significará un gasto adicional para el sector agropecuario de US$344 M, equivalentes a unos $39.250 M (a un tipo de cambio de $ 114 por dólar), valores que surgen de considerar que la demanda anual del agro es de 3.848 M de litros de diésel.

Sin duda, uno de los actores de la actividad agrícola más afectados por la suba del gasoil son los contratistas rurales, a cargo de la mayor parte de los trabajos de cosecha y siembra.

“Lamentablemente, en aquellos contratos que están cerrados desde la semana pasada (para el servicio de cosecha), la utilidad esperada se achicó y van a perder plata. Por esta situación que venimos atravesando desde hace tiempo y, anticipándonos a estos imprevistos no tan imprevistos, les dijimos a nuestros asociados que no cierren precios y que trabajen con tarifas abiertas”, le dijo al diario La Nación Luis “Fredy” Simone, presidente de la Cámara de Contratistas Rurales de la Provincia de Buenos Aires y vicepresidente de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma).

Sobre el precio que cobran por su servicio de cosecha, Simone explicó que “nos adelantamos a lo que se podía venir y aconsejamos, desde la experiencia, trabajar una tarifa conversada”, añadió. Respecto del abastecimiento señaló que se consigue gasoil, pero a veces a valores superiores a los oficiales.

Según el contratista, el combustible tiene una gran incidencia en las tarifas de sus servicios que presta. Por eso, el consejo técnico económico de Facma está trabajando para revaluarlas, por esta última suba del gasoil, con un incremento que sería de al menos 6%.


Lee también


“Fecha de vencimiento”

Simone precisó que “el combustible tiene una incidencia de entre el 23 y 25% en los costos del contratista. Siempre que hay un aumento, perdemos plata en la dinámica de trabajo. Con estas subas inesperadas, estamos viviendo una incertidumbre muy grande, donde el pequeño contratista que no tiene espaldas para aguantar, tiene fecha de vencimiento. Esta situación te lleva al abismo, es dramático lo que se está viviendo”, dijo.

Para Simone, la actividad agropecuaria necesita medidas urgentes. “Necesitamos que la dirigencia tome cartas en el asunto para que esto no se desmadre. No puede seguir así. Nosotros generalmente sembramos por inercia e invertimos según nuestra visión, pero no se ve nada hacia adelante, donde la crisis es cada vez más acuciante. El planteo general del sector es cómo vamos a seguir el año. Nos preocupa porque pertenecemos a una actividad que invierte mucho”, subrayó.

El vicepresidente de Facma dijo que los rendimientos son de medios a bajos. Actualmente, está trabajando en Larroudé, La Pampa y en Chivilcoy, Buenos Aires, donde al impacto de la sequía, se sumó una helada temprana en lotes de soja de segunda, que provocó una caída en el rendimiento importante. “Todo es negro. Sobre llovido, mojado. Es una cadena interminable de inconvenientes que se derraman negativamente en todo el sector”, describió.

Por su parte, el presidente de Facma, Jorge Scoppa, dijo a La Nación que “esta oficialización (por la suba del gasoil), si bien nos permite tocar la lista, necesitamos que se estabilicen los valores porque si no tenemos previsibilidad no podemos trabajar y es todo pérdida para la actividad”.

Recordó que, mientras no podían actualizar las listas de sus tarifas, los contratistas asumieron las pérdidas. “Igualmente, con las tarifas actualizadas, es difícil seguir porque no tenemos márgenes con la inflación, que no tiene techo, y cobrando los servicios en pesos. Nuestra rentabilidad es absorbida por el combustible, los impuestos y los repuestos en dólares billete, que igual tenemos que pagarlos porque los necesitamos para seguir trabajando; si parás, perdés el servicio”, precisó.

En tanto, para el transporte cerealero, la situación es la misma. Si bien todavía están analizando un estudio de costos sobre el impacto final de la suba, la Federación de Transportadores Argentinos (FeTra) ya señaló que su preocupación. El 15 de abril pasado, la entidad, luego de una semana de paro, acordó una actualización del 20% en la tarifa de carga de granos.

MÁS INFO PARA TU CAMPO ENTRÁ AQUÍ