Al menos 880.000 hectáreas están afectadas por inundaciones en la provincia de Buenos Aires

Esa superficie surge de un relevamiento hecho por la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), sobre la base de imágenes satelitales, tomadas los días 28 y 29 de abril pasado.

De ese total, unas 680.000 ha corresponden a campos inundados o anegados. En tanto otras 200.000 ha estarían afectadas por falta de acceso, napas cercanas a la superficie o falta de piso (que impiden cualquier labor o crecimiento normal del cultivo). Ese área es estimada, dado que “al momento es difícil precisar con mayor exactitud ya que hay agua debajo de los cultivos y mediante las imágenes no se alcanza a determinar con claridad”, dice el informe.

Los partidos bonaerenses más afectados son Pehuajó (126.707 ha), Bolívar (90.054 ha), Carlos Tejedor (82.024 ha), Carlos Casares (75.248 ha), Trenque Lauquen (60.873 ha), Hipólito Yrigoyen (Henderson) y Daireaux. La superficie comprometida equivale a más de 40 veces la superficie de la Capital Federal, que tiene unos 200 km cuadrados.

Hay zonas que registran 50% más de precipitaciones que la media histórica desde enero pasado, acercándose al promedio anual. Los anegamientos dificultan las tareas de cosecha y complican actividades como los tambos.



Obras que avanzan, obras que faltan

Para Carbap, la situación podría mejorar poco en los próximos meses como consecuencia de que esta época del año presenta “días cortos y bajas temperaturas” y también “debido a la falta de obras de infraestructura que ayuden al escurrimiento de las aguas”.

Al respecto, la entidad señaló que, luego que en 2016 se retomaran las tareas del Plan Maestro de la Cuenca del río Salado, actualmente “se continúa en un ritmo de trabajo y de avance significativo en (las obras de) lo que es el llamado tramo 4, el más importante, (que incluye) el dragado y ensanchamiento del río, y (es) el de mayor movimiento de tierra, (y) que va desde Roque Pérez a Bragado”. Esas obras finalizarían a fin de 2023.

No obstante, Carbap aclara que “una vez finalizadas estas obras hay que continuar las mismas hacia el oeste, en una serie de canales que todos nacen en lo que se llama el Nodo Bragado. En esta zona del noroeste bonaerense, que es la misma que hoy padece nuevamente los problemas de inundaciones, estas obras son fundamentales para mitigar dichos efectos”.


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La entidad recordó que en la última campaña, en la región afectada, se cultivaron unas 600.000 has de trigo, superficie que como consecuencia de las inundaciones, sumadas a las intervenciones el mercado triguero, la falta de gasoil y los mayores costos en fertilizantes, entre otras dificultades, provocarían un descenso en la superficie cultivada, tanto con ese cereal como con cebada, en 2022.

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