Complicaciones en los tambos por falta de forrajes para este otoño-invierno

En la mayor parte de los tambos, la disponibilidad y calidad de los forrajes conservados para éste otoño-invierno se presenta algo complicada. Sumado a eso, los rendimientos en los cultivos para grano, maíz especialmente, no fueron de los mejores y puede que escaseen y/o se eleven los costos para adquirirlos. En definitiva, el panorama en cuanto a la oferta de fibra de calidad y de energía para alimentar a los rodeos lecheros se presenta algo complicado y merece que le dediquemos especial atención ahora, para no llevarnos sorpresas y/o pasar sobresaltos durante los períodos en los cuales suele escasear el forraje en el campo.

¿CON QUÉ FORRAJES CUENTO Y/O CUALES PODRÍA CONSEGUIR?

Lo PRIMERO a hacer sería un inventario de CANTIDAD Y CALIDAD DE ALIMENTOS DISPONIBLES, además de considerar OTROS APORTES FORRAJEROS que podríamos obtener en la zona y su costo, siempre “puesto en el campo”. A partir de eso y, teniendo ya ordenado el rodeo por categorías y/o lotes de alimentación, podemos armar dietas ajustadas a los requerimientos de cada uno de ellos, siempre considerando su costo al momento de confeccionarlas.


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Recomendaciones generales

✔ Privilegiá el uso y racionamiento del pasto de calidad para el lote de vacas de punta. Medí bien la pastura. Administrá y manejá criteriosamente este recurso forrajero.

✔ En lo posible, si ofrecés heno en forma de rollos, tratá de molerlos no muy fino o desmenuzarlos. Para hacerlos durar más, distribuílo en comederos (lo ideal es que éstos tengan 70 cm de frente por vaca) y en la cantidad lo más exacta posible, así tendrás menos desperdicios y garantizarás el consumo adecuado y uniforme por parte de los animales.

✔ Analizá la calidad de los silajes disponibles y ajustá diariamente la cantidad ofrecida, controlando la balanza al cargar el mixer y/u observando los rechazos en los comederos, esto garantiza que se prolongue su utilización, a la vez que permite balancear adecuadamente las dietas. ✔ Suministrá el grano de maíz quebrado o molido y el de sorgo bien molido dividido en cada turno de ordeño, esto maximiza su aprovechamiento por parte de los animales.

✔ Un subproducto voluminoso de calidad que podés conseguir en varias cuencas es la cascarilla de soja, con 91% de MS, 13% PB y alrededor del 60% de FDN con alta degradabilidad en rumen (alrededor del 80%), que aporta entre 2,7 y 3,4 Mcal/kg MS de energía.

✔ En algunas cuencas lecheras, podés obtener y utilizar, incluso como alternativa del ensilaje de maíz o sorgo, el bagazo fresco de citrus, forraje de calidad, voluminoso y suculento (14 a 25 % de materia seca), con 2,6 a 3,4 Mcal EM/kg MS, de alta digestibilidad en rumen (72- 90% DIVMS), con escaso aporte proteico (7 a 10% PB), con fibra de alta degradabilidad (16 a 40 % FDN) y rico en calcio (0.54%) y vitaminas.

✔ Si vas a adquirir forrajes, tené en cuenta qué nutriente es lo que estás necesitando y analizá la relación costo/calidad que las diferentes alternativas ofrecen:


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Si te falta VOLUMEN (fibra): Costo del kg de MS (azul) vs el kg de FDN (rojo)

Si te falta ENERGÍA: Costo del kg de MS (verde) vs Mcal de energía (anaranjado)

✔ Formulá dietas de mantenimiento para las categorías de menores requerimientos, basadas en rollos de residuos de cosecha (soja, maíz, sorgo), que podés complementar con algo de pasto proveniente de potreros degradados, todo ello en general de bajo valor nutritivo (Energía Metabolizable menor a 1,75 Mcal/kg MS y Proteína Bruta menor a 8%). Para mejorar el aprovechamiento de dichos residuos de cosecha, mejor si los picás previo a su suministro, con tamaño final de partículas entre 2 a 10 cm.

✔ Los alimentos de baja calidad podés complementarlos, para que no pierdan estado los animales, con bajas cantidades de algún concentrado y/o subproducto como por ejemplo afrechillo de trigo, semilla de algodón o grano de sorgo molido. Deberías disponer al menos entre 8 y 10 kg de Materia Seca (MS) de forraje fibroso y entre 0,5 y 1,0 kg de concentrados para alimentar aquellas categorías de menores requerimientos.

✔ Si podés elegir el tipo de rollo de rastrojo a utilizar, su calidad, ordenados de mayor a menor degradabilidad de la fibra es: 1° Avena; 2° Trigo y Cebada; 3° Arroz; 4° Maíz; 5° Sorgo; 6° Moha y Mijo; 7° Soja y Girasol. En el caso de losrastrojos de soja y girasol, que poseen tallos leñosos de muy baja digestibiidad, suministralos en forma limitada y controlada.

✔ Suministrá vitaminas y minerales que contengan calcio, fósforo, magnesio y vitaminas A, D, E y K. Esta suplementación es esencial ante la ausencia o limitación de oferta de pasto fresco de buena calidad, sobre todo para las “vacas de punta” y en el caso de alto suministro de alimentos de baja calidad a otras categorías (residuos de cosecha).

✔ Para no tener trastornos digestivos y metabólicos:

  • Evitá cambios bruscos de dietas. Éstos pueden producir desórdenes nutricionales, afectando la producción, la calidad de leche y, en casos extremos, la vida del animal. Si cambiás los componentes principales de las dietas, hacelo gradualmente, para que los animales adapten su rumen a los nuevos alimentos.
  • Controlá los niveles de concentrado energético suministrados diariamente. Sugerimos un suministro de 1 kg cada 4 kg leche, considerando como límite máximo unos 10 kg/día para vacas con producciones mayores a 40 kg leche/día. Recordá que los comederos deben ofrecer 70 cm o más por vaca, para favorecer el consumo rápido de mayor cantidad de alimento y evitar la competencia.
  • Controlá el aporte de “Fibra Detergente Neutra Efectiva (FDNef)” de la dieta. Para favorecer el adecuado funcionamiento del rumen y evitar trastornos metabólicos nutricionales, debe ser mayor al 18,5%.

✔ Para lograr los mejores resultados, tomá la rutina de pesar, controlar y calcular permanentemente cuánto consumen las vacas.

✔ Actualizá regularmente los inventarios de alimentos, para no tener inconvenientes de abastecimiento hacia el final del período crítico del año.

✔ El mayor uso de alimentos concentrados, subproductos y silajes aumenta el riesgo de ofrecer dietas con altos contenidos en micotoxinas: controlá las condiciones que puedan favorecer el desarrollo de hongos y analizá los alimentos riesgosos o en aparente mal estado.

Fuente: INTA

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