Estaba anunciado para las 19:00 de ayer. Finalmente, pese a que estaba grabado, comenzó alrededor de las 20:30. El mensaje que iba a dar Alberto Fernández se anunciaba como el comienzo de la “guerra a la inflación” que incluiría un detalle de las medidas económicas que pondrá en marcha el Gobierno. Pero quedó diluido en una serie de generalidades. El propio Presidente dijo en su discurso que a partir de hoy sábado, cada ministro anunciará las medidas correspondientes a su área.
Así, en el discurso presidencial la mención a la inflación crónica del país y la necesidad de que toda la sociedad se comprometa con su control se mezcló con un reconocimiento a los legisladores que aprobaron el acuerdo con el FMI y una mención al cambio de escenario económico mundial tras la invasión de Rusia a Ucrania. Sí destacó la importancia de ambos países en guerra en el mercado mundial de trigo y de aceite de girasol, y la escalada de precio de esas materias primas desde que comenzó el conflicto bélico.
También dijo que la guerra era una tragedia y que la coyuntura económica derivada de ella no debía ser presentada como una oportunidad. Lo hizo en implícita y clara referencia a la posibilidad que tendrían países como la Argentina de aprovechar los mayores precios de los granos y capturar una mayor renta por sus exportaciones.
Respecto de la deuda externa, Fernández, calificó de “histórico” que el Congreso haya aprobado por ley una refinanciación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Y destacó que se haya sancionado por “el consenso de legisladores de distintas fuerzas políticas”
“Es un momento especial porque llegamos a esta ley con el consenso de los legisladores. El acuerdo obtuvo una abrumadora mayoría en las dos cámaras del Congreso. Pero llegamos hasta aquí con el consenso y apoyo de gobernadores y gobernadoras, empresarios, sindicatos organizaciones y dirigentes de muchos sectores sociales que comprendieron la gravedad del momento”, señaló Fernández.
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Manifestó también el Presidente que “llevamos diez años consecutivos con una inflación de dos dígitos. Cuando asumí mis funciones en diciembre de 2019, Argentina registraba una inflación que orillaba el 54% anual”, recordó, y resaltó que “resolver el problema de la inflación en Argentina nos exige revisar nuestra experiencia, comprender la complejidad que tiene y darnos un camino de salida en el que todos nos comprometamos”.
Sostuvo que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) “permite comenzar a ordenar las variables macroeconómicas centrales en la lucha contra la inflación. Un fenómeno multicausal. Para atacarla debemos acumular reservas, mejorar el crédito público, desacoplar los precios internos de los internacionales, trabajar sobre las políticas de ingresos y precios al mismo tiempo y tomar una batería de medidas en las que múltiples actores son imprescindibles”.
“He decidido que el gabinete económico se concentre desde este momento en implementar todas las medidas necesarias para enfrentar a la inflación, en particular la que vemos en los alimentos. He dado indicaciones a mis ministros y ministras para que construyan acuerdos con los diferentes sectores pero que no duden en aplicar todas las herramientas del estado para fijar y hacer cumplir las medidas necesarias. Ellos y ellas serán los encargados de mantenerlos informados diariamente sobre las medidas que se irán implementado desde este mismo momento. Estamos en una situación extraordinaria que requiere soluciones extraordinarias”, sentenció.
Antes de grabar su mensaje en Olivos, el Presidente se reunió en la residencia presidencial con los ministros de Economía, Martín Guzmán; de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, además del titular del Banco Central, Miguel Pesce, entre otros funcionarios del Gabinete nacional.