Así lo advirtió la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), para el caso que haya un menor uso de estos insumos por la no disponibilidad de divisas, lo que provocaría que, por menor producción y exportación de ambos cereales, que el país perdiera ventas de entre US$ 3300 y US$4500 M, por ambos productos.
La producción local de fertilizantes no alcanza y se necesitan importar fertilizantes terminados y materias primas para fabricarlos en el país, como la roca fosfórica. En 2021 las importaciones de fertilizantes totalizaron US$2280 millones, “más del doble que en 2020, que ya había sido un año histórico para las importaciones” precisó la BCR.
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No obstante, aclaró que lo que expone con sus cálculos no significa necesariamente que “este será el escenario que sucederá en los próximos meses. Lo que se busca es resaltar la importancia que tienen las importaciones de fertilizantes en las exportaciones agroindustriales de granos, harinas, aceites y biodiésel de la República Argentina para la campaña 2022/2023″, apuntó.
La BCR señaló que el mercado global de este insumo clave para mantener el recurso suelo y sostener los rindes agrícolas viene “trastocado en los últimos años”. Recordó que “cuellos de botella en la salida de la pandemia, alzas de la demanda mundial, cambios en políticas de exportación, entre otros factores, vienen impulsando al alza a los precios de los principales fertilizantes a nivel mundial. Apuntalando sus rindes y sosteniendo la productividad de los suelos argentinos, la agroindustria nacional viene requiriendo cada vez más fertilizantes, año tras año”, advirtió.
