Aapresid: el checklist de balance de carbono, positivo

Productores agropecuarios comprometidos con la salud del suelo, estudiaron el impacto de realizar rotaciones diversas e intensificadas y encontraron impactos positivos y contundentes sobre la captura de carbono.
Bajo nuestros pies yace un recurso invaluable que contiene y sostiene la vida del planeta: el suelo. Según la FAO un suelo sano es un ecosistema vivo y dinámico que mantiene importantes servicios ecosistémicos como el ciclado de nutrientes, la regulación del clima, la retención y purificación del agua, el suministro de fibras, combustibles y alimentos, entre otros. Los suelos son considerados sumideros naturales o “almacenes” de carbono (C). En un ciclo virtuoso, el dióxido de carbono (CO2) es secuestrado por las plantas a través de la fotosíntesis y luego mediante la descomposición de la biomasa vegetal pasa a formar parte del C orgánico del suelo (COS). Es así que el COS, además de otorgar capacidad productiva, es parte fundamental en el circuito de captura de gases de efecto invernadero y consecuentemente de la mitigación del cambio climático.
Su stock es dinámico y, en función de las prácticas que se realicen sobre el suelo, aumenta o disminuye. En la búsqueda de herramientas sustentables que permitan fortalecer la salud del suelo y generar un balance positivo de carbono, Aapresid promueve la Agricultura Siempre Verde (ASV), basada en rotaciones diversas que apuntan a mantener el suelo cubierto de plantas vivas a lo largo de todo el año; y acompañada de la Siembra Directa, que entre sus numerosos beneficios, evita la oxigenación de la materia orgánica y la consecuente pérdida de carbono.
El potencial de estas prácticas para expandir el secuestro de C de la atmósfera hacia el suelo es enorme. El Sistema Chacras de Aapresid, en conjunto con INTA, logró demostrarlo mediante mediciones de COS y MO en tres Chacras, a partir de las cuales se obtuvo evidencia contundente del impacto de las rotaciones más verdes sobre las reservas de C del suelo
Chacra Pergamino
Desde el corazón de la Pampa Húmeda, la Chacra Pergamino trabajó durante 6 años en rotaciones intensas y diversas para investigar el impacto de la ASV sobre la salud del suelo y la captura de C. Para ello, llevó adelante ensayos en tres establecimientos de la zona, donde se evaluaron diferentes intensidades de rotaciones que oscilaron entre 0.46 a 0.90 IIR (índice de intensidad de la rotación) con la inclusión de pasturas, cultivos de servicios (CS) y de grano; también variaron en la proporción de gramíneas del 36 al 90%.
La tendencia encontrada fue clara: la evolución del stock de COS y MO respondió positivamente a la intensificación de las rotaciones y sus valores aumentaron significativamente en aquellos planteos que incluyeron gramíneas y pasturas.
Sorprendentemente, las dos rotaciones con más historia de vicia (Tr/Sj-Vic/Mz y Tr/Mz-Vic/Mz) fueron las que generaron más ganancias de C edáfico. Posiblemente, esto fue debido a que los grandes aportes de C y N orgánico de la leguminosa al suelo mejoraron el rendimiento de los cultivos
Chacra Bragado-Chivilcoy
Con un planteo similar a la Chacra Pergamino, pero con el objetivo de transformar su manejo y “contribuir a mejorar la competitividad de los sistemas de producción a través de la intensificación, diversificación y nutrición sistémica”, esta Chacra condujo ensayos de intensificación con cultivos de grano y de servicios.
Las rotaciones fueron desde las más típicas de la zona (Cultivo_Invierno/Sj2°- Mz1°- Sj1°) con periodos de ocupación del suelo con plantas vivas del 54%, hasta rotaciones ”más verdes” con periodos de ocupación de hasta el 77%, ya sea por medio de cultivos invernales o de servicios (CI/Mz2°-CI/Sj2° y CS/Mz1°-CS/Sj1°).
Al igual que la Chacra Pergamino, al comparar la evolución del COS y de la MO con los valores iniciales se observaron tendencias positivas asociadas a la intensificación. Así, las rotaciones ”más verdes”, ya sea a través de un mayor número de cultivos de cosecha o de CS, fueron las que hicieron un mayor aporte de C, de hasta 6 tn/ha entre 2013 y 2019. Por otro lado, las rotaciones menos intensas se tradujeron en caídas en el stock de C.
Chacra VINPA
La Chacra más austral de Aapresid llevó la ASV a los Valles Irrigados Norpatagónicos (VINPA) de Río Negro y sur de Buenos Aires con el desafío de desarrollar una agricultura “generativa” a partir de suelos prístinos de muy poco desarrollo, en una zona de alto potencial.
Luego de seis años de trabajo, a partir de suelos muy poco desarrollados y a través de CS poli específicos otoño-invernales (cebada y/o centeno en combinación con vicia), pasturas perennes consociadas y cultivos anuales, bajo sistemas de riego por aspersión con aguas provenientes del Río Negro, se logró “bombear C” al suelo y pasar de sistemas de ganadería extensiva con cargas de 1 vaca cada 15/20 ha a poder obtener producciones de trigos de 10 tn, sojas de 4.5 tn, maíces de 15 tn y vicias de 6 tn MS.
La Chacra caracterizó la evolución de las propiedades de los suelos luego de varios años de agricultura, y encontró incrementos de hasta 40% -variables en función del tipo de suelo-, en el contenido de MO luego de transitar una agricultura de commodities intensificada con CS, en comparación con los ambientes prístinos.
Comprender la importancia y la dinámica del carbono del suelo es clave para lograr sistemas de producción con balances positivos, donde cada aporte, por mínimo que parezca, es un granito de arena y un legado de sustentabilidad para las generaciones futuras. Aapresid sigue trabajando por ello e invita a cada productor a sumarse al desafío.
Fuente: Aapresid