El senador Esteban Bullrich se despidió del Senado en medio del aplauso de sus compañeros de Cámara que se pusieron de pie para despedirlo. La única que siguió en su sitio fue Cristina Kirchner, que solamente se limitó a aplaudir.
En una de las sesiones más emotivas de la historia del Senado, Esteban Bullrich renunció a su banca para hacer frente a su lucha contra la ELA, enfermedad que padece hace más de un año.
Opositores y oficialistas conmovidos por las palabras de Bullrich, algunos con lágrimas de emoción se pusieron de pie y lo aplaudieron para homenajearlo. La única que no lo hizo fue Cristina Kirchner, que permaneció sentada mientras el resto aplaudía.
Bullrich estuvo asistido por su esposa, que debió secarle las lágrimas varias veces en medio de su discurso, mientras sus hijos lo acompañaban desde los balcones.
Su emotivo mensaje, transmitido a través de una plataforma de voz que lo asiste en las dificultades que tiene para hablar, fue un llamado a la unidad y al diálogo y cuestionó que “Argentina vive enfocada en la grieta y en el debate violento. Un país que escapa de la política, la desprecia y la condena”.
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Bullrich muy emocionado durante todo su discurso expresó que tomó la decisión de renunciar con todo el dolor del mundo y la frustración de no tener alternativa.
Además, presentó un proyecto sobre educación inclusiva para que se trate sobre tablas. “Acordado a partir de tres proyectos originales y con el aporte de senadores y senadoras, que dejando de lado intereses personales y visiones partidarias encontramos el proyecto común. Créanme que es mucho mas lo que nos une que lo que nos divide, solo se requiere vencer prejuicios, hacer silencio y escuchar al otro. Las buenas ideas no tienen dueños, tienen beneficiarios. Y porque como dijera Borges: nadie es la Patria, pero todos lo somos”, señaló.
Se despidió diciendo: “Sé que estas palabras pueden parecer las de un soñador. Lo soy. Pero como aquella canción que nos invitaba a imaginar, sé también que no soy el único. Me voy con la tranquilidad de que acá mismo hay muchos dirigentes que tienen la vocación de construir un mejor país y resolverle los problemas a la gente”.
El senador José Mayans y luego Luis Naidenoff le pidieron que reconsiderara la decisión de renunciar, pero Bullrich declinó la propuesta de seguir trabajando de manera remota.
Luego del discurso, una imperturbable Cristina Kirchner retomó la sesión siguiendo con la agenda para tratar decretos de necesidad y urgencia.