Para el año 2050 se prevé un incremento del 50% en la demanda de alimentos debido al aumento poblacional, el crecimiento económico y cambios en las dietas. Para poder satisfacer está demanda creciente de alimentos es necesario aumentar el rendimiento alcanzable de los cultivos, lo que implica disminuir la brecha entre los rendimientos actuales y los alcanzables. Entendiéndose al rendimiento alcanzable como el 70-80% del rendimiento potencial, siendo un objetivo razonable para productores con acceso a mercados, tecnología e información. Uno de los factores que explica la brecha de rendimientos es la brecha de nutrientes.
La misma está relacionada con el nivel de utilización de fertilizantes y con el uso sustentable del recurso suelo. El presente informe se desprende de un trabajo sobre brechas de nutrientes para distintos cultivos realizado por la Universidad de Nebraska-Lincoln en colaboración con IFA (International Fertilizer Association), basado en los planteos productivos relevados por el ReTAA de la Bolsa de Cereales.
El mismo se enfocará, particularmente, en el análisis de la brecha de nutrientes en los cultivos de maíz y soja. Conocer las brechas de nutrientes permite diagnosticar la situación actual y diseñar estrategias con el objetivo de reducir y cerrar las brechas de rendimiento mediante un uso sustentable del recurso suelo
Brechas de rendimiento
El rendimiento potencial en secano se define como el rendimiento obtenido por un genotipo sin limitantes de nutrientes, y que crece en ambientes con mínimo estrés (plagas, malezas y enfermedades) y con buenas prácticas agrícolas. En este sentido, para un genotipo definido, el mismo está determinado por la disponibilidad de CO2 , la oferta de radiación solar, las precipitaciones, el almacenaje de agua del suelo y la temperatura del aire (Van Ittersum y Rabbinge 1997).
Por otro lado, el rendimiento alcanzable se estima como el 70-80% del rendimiento potencial. Siendo este un objetivo razonable para productores con acceso a mercados, tecnología e información
En conclusión, la brecha de rendimiento está dada por la diferencia entre los rendimientos actuales y los rendimientos alcanzables.
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Brechas de nutrientes
La brecha de nutrientes hace referencia al requerimiento adicional de nutrientes necesarios para obtener el rendimiento alcanzable, y de esta forma cerrar la brecha de rendimiento sin comprometer la calidad del suelo. La brecha de nutrientes se puede analizar a través del balance de nutrientes de un cultivo. El mismo considera dos componentes fundamentales: el aporte de nutrientes (vía fertilización) y la extracción de nutrientes (vía cosecha de granos).
El balance se calcula como la diferencia entre el aporte de nutrientes a partir de las dosis promedio de fertilizante aplicado y la remoción de nutrientes por cosecha. La fertilización es la principal entrada de nutrientes al sistema, su utilización es imprescindible para mantener los altos rendimientos de cultivos y conservar la calidad del suelo. Su insuficiencia conduce a una baja productividad y a una pérdida de suelo; mientras que excesos pueden provocar pérdidas productivas por toxicidad lo que a su vez conlleva a un impacto ambiental.
Por otro lado, la extracción está vinculada a la remoción de nutrientes a través de la cosecha de granos. En este estudio, la misma fue calculada a través de los coeficientes de remoción de las tablas de IPNI. El balance de nutrientes nos permite identificar los casos en los que el aporte de nutrientes es demasiado bajo o alto en relación de los requerimientos del cultivo y determinar el impacto ambiental. A continuación se presenta el análisis de la brechas de nutrientes con sus respectivos componentes para los cultivos de maíz (incluye maíz temprano y tardío) y soja (incluye soja de primera y segunda). Los valores corresponden al promedio de 3 campañas (2016/17, 2017/18, 2018/19).
Fuente: Bolsa Cereales de Buenos Aires