La Sociedad Rural Argentina expresó en un comunicado los inconvenientes que genera la intervención a los mercados de granos y lácteos poniendo como ejemplo el mercado de la carne.
La situación que genera la intervención formal del negocio de exportación afecta tanto a los consumidores, la producción, la cadena comercial, la industria y la balanza comercial del país.
En su comunicado la Sociedad Rural expresó que el mercado de cereales y oleaginosas y los lácteos, de manera formal o informal, también se han visto perjudicados por algún tipo de intervención. El maíz sufrió el cierre temporario del registro de exportaciones a principios de año que derivó en un funcionamiento anormal en las siguientes semanas y los lácteos que están trabajando bajo un acuerdo entre las usinas y el gobierno.
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Las intromisiones en el funcionamiento de los mercados siempre tienen consecuencias negativas ya se trate de normas y regulaciones o acuerdos entre un eslabón de la cadena con el sector público. Se generan auto regulaciones temporales que afectan los mercados como en el caso del trigo.
El organismo afirmó que la intervención en los mercados exportación y consumo interno o la suspensión por un tiempo determinado de las operaciones da como resultado la falta de transparencia en los precios e ineficiencias económicas y a la larga terminan en pérdida de confianza, caída de inversión, estancamiento menor producción y uso de tecnología
Durante los últimos años estas intervenciones formales e informales han provocado caídas o estancamientos en las producciones de carne, leche, maíz o trigo.
Concluyó manifestando la necesidad de los productores de poder restablecer el camino de la transparencia de los mercados, recuperar la confianza y poder seguir apostando al crecimiento con la incorporación de tecnologías e inversión adecuadas.
