La producción se realiza de forma extensiva a monte con suplementación en momentos críticos o de deficiencia de forraje.
En general, los suelos que se encuentran en esa zona tiene alto contenido salino, con presencia de vegetación indicadora, tal como jume, y alto porcentaje de suelo desnudo. Generalmente, son áreas sobrepastoreadas. La oferta de forraje de pasto es nulo y teniendo en cuenta la oferta de arbustos puede alcanzar 150 a 200 kg/ha.
En el campo de la familia Contreras, ubicado Saucioj, se propuso el cerramiento de parte del lote, y posteriormente un laboreo del suelo, el cual se realizó con una rastra de dientes de pequeño tamaño tirada por un caballo y se sembró Chloris gayana (Grama rhodes), que es apta para ambientes salinos.
Luego de 18 meses de aplicado el tratamiento se observó una mayor cobertura del suelo con presencia de pasturas naturales.
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La pastura no tuvo éxito en la implantación debido principalmente a que las precipitaciones no fueron suficientes en el momento postsiembra. Sin embargo, la clausura del lote generó que incrementara la presencia de pastos del género Aristida sp. “pasto volador” que indica condición regular del sistema, y suele ser de las primeras en aparecer en un sitio en recuperación. También se observó, presencia de Thricloris pluriflora conocida en la zona como “alto pasto”, la cual indica condición buena, con alta palatabilidad y preferencia por parte de los animales.
¿Cómo recomendamos al productor cuantos animales y cuánto tiempo deben pastorear para lograr que el lote mejore su productividad? Se realizó un muestreo directo, para ello se corta y pesa la biomasa vegetal que se encuentra en un marco de 0,25m2. Se camina sobre una transecta (diagonal a través del lote) y cada aproximadamente 10-15m (pasos) se tira el marco y se corta todo lo que se considera forraje que se encuentra dentro del marco.
De estos cortes se obtuvo una estimación de 1600 kg de pasto/ha, lo cual significa que podrían pastorear aproximadamente 50 cabras por 10 días por ha. Esta carga estimada sería sin tener en cuenta la presencia de otras especies altamente palatables en el lote, esto aumentaría tanto la cantidad como la calidad del forraje disponible.
El productor se mostró interesado en conocer cuál era la oferta de forraje de su lote, para realizar un pastoreo sustentable, y aprender el método para medirla, llevando a cabo el muestreo.
Finalmente, el cerramiento y descanso de lotes, junto con el movimiento leve del suelo representa en este sitio un inicio para recuperar lotes altamente degradados. La cobertura del suelo es clave en estos sitios y permite un mayor aprovechamiento del agua de lluvia para la posterior aparición de especies deseables no solo para la ganadería sino también para la mejora de la biodiversidad.
Fuente: INTA por Florencia Soledad Saracco, Roxana Ramona Ledesma, Alicia Beatriz Córdoba, María Valeria Paz
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