Una de las consecuencias de la inédita crisis derivada de la pandemia de COVID-19 fue la menor movilidad de personas y vehículos a nivel mundial. En consecuencia, la demanda de combustibles se vio reducida, afectando a su vez a sectores productores de biodiesel y bioetanol. En Argentina, el menor consumo tuvo su impacto tanto en la demanda de combustibles fósiles como en la de biocombustibles. Esto se debe a que los combustibles que se comercializan en el país tienen un porcentaje de mezcla o corte de biocombustibles derivados de la soja, el maíz y la caña de azúcar.
La desaceleración del consumo interno, sin embargo, fue especialmente adversa para el sector productor de biocombustibles. Esto se debe a que durante el año 2020 la Secretaría de Energía sólo aumentó los precios del biodiesel y el bioetanol en una oportunidad, incrementándolos en el mes de octubre apenas en un 10% (Resolución 4/2020). Frente a una inflación interanual calculada por el BCRA (Banco Central de la República Argentina) en noviembre 2020 en torno al 35,8%, el ajuste de precios de los biocombustibles se hacía imprescindible.
Aún peor es la situación considerando los precios de los granos y el aumento en los costos de producción. Según la Cámara Arbitral de Cereales de la BCR, el maíz y la soja mostraron subas en su precio en pesos del 108% y 92% respectivamente a lo largo del 2020. Los precios en dólares también mostraron alzas, del 48% y 36% respectivamente.
En este marco, el 2 de enero del apenas iniciado 2021, a través de las resoluciones 1/2021 y 2/2021, la Secretaría de Energía finalmente fijó mayores precios de adquisición para el biodiesel y el bioetanol a partir de caña de azúcar. Posteriormente, el 6 de enero, se publicó también la Resolución 11/2021, que establece nuevos precios para el bioetanol en base a maíz.
A través de la Resolución 1/2021, la Secretaría de Energía fijó precios para la adquisición de biodiesel destinado a la mezcla obligatoria con gasoil para los meses de enero, febrero, marzo, abril y mayo de 2021. El valor establecido para enero ($ 77.300 la tonelada) exhibe un aumento del 59,3% respecto del precio del biodiesel vigente en diciembre 2020 ($ 48.530 la tonelada). Teniendo en cuenta el precio fijado para el próximo mes de mayo, el valor del biodiesel acumulará un ascenso del 90,7% en el período Dic’20-May’21. En contraparte, para aminorar el impacto de esta tan esperada mejora del precio, la Resolución 1/2020 reduce transitoriamente el porcentaje de corte obligatorio de biodiesel en gasoil, del 10% en diciembre al 5% en enero. La participación obligatoria del biocombustible crecerá a partir de enero, retomando el nivel del 10% en el mes de abril de 2021.
De esta manera, se retoma lo expresado por la ley 26.093 de promoción del sector, que exige una fijación de precios “considerando una operación racional y prudente, asegurando a los productores de biocombustibles cubrir todos sus costos y obtener una utilidad razonable”. Esta medida otorga oxígeno y posibilidades para el desarrollo de un sector que emplea a más de diez mil personas en empresas pequeñas y medianas. Además, le ahorra divisas al país, evitando la importación de fuentes de energía al producir biocombustibles renovables y biodegradables.
En el caso del bioetanol a base a caña de azúcar y a base de maíz, si bien con importantes los incrementos fijados por las resoluciones 2/2021 y 11/2021, respectivamente, son de menor envergadura que las subas en biodiesel, un precio que se estimaba más atrasado. El precio del bioetanol fijado para enero ($ 43,60 por litro) representa una mejora del 33% respecto del valor vigente en diciembre 2020 ($ 32,79 por litro). Además, el precio por litro establecido para el mes de mayo de 2021 es de $ 51,13, evidenciándose así un aumento del 55,9% en el período Dic’20-May’21.
No obstante el menor aumento porcentual del precio del bioetanol respecto de la mejora en el biodiesel, los productores del bioetanol cuentan con una ventaja sobre los de biodiesel dado que no se contemplan reducciones temporales en su corte obligatorio en naftas. En contraste con lo sucedido en el mercado de biodiesel, la mezcla obligatoria de bioetanol se mantendrá sin cambios hasta el próximo mayo, en un 12%.
La fijación de nuevos valores para biodiesel y bioetanol en base a caña de azúcar constituye una muy buena noticia para un sector, que se estima en 2020 operó con una capacidad ociosa en torno al 50%, atravesando meses completos sin producción. Las expectativas ahora pueden enfocarse en más producción e inversiones, avanzando hacia otras medidas a favor de este sector clave para una mayor y sustentable desarrollo económico.
Fuente: Guido D’Angelo – Desiré Sigaudo BCR