En los primeros nueve meses de 2020, las exportaciones de los principales complejos agroindustriales alcanzaron 70,5 Mt, el tercer volumen más alto después de los años 2019 y 2016. A este total se arriba considerando conjuntamente las exportaciones de cebada, girasol, maíz, soja y trigo en grano, así como sus principales productos derivados, incluyendo harinas, pellets, aceites, etc.
El volumen total despachado por los cinco complejos agroindustriales considerados muestra en 2020 una caída del 8% en relación al mismo período del año pasado. El complejo maicero, evidencia una suba en tonelaje exportado del 2% comparado con los primeros nueve meses de 2019. Así, el complejo llega a 29 Mt, un nivel histórico, destronando al mismo tiempo a la soja como principal complejo exportador en términos de volumen. De este modo, la participación del complejo maíz en las exportaciones totales del país alcanzó un máximo del 33% para los primeros nueve meses de 2020, un punto porcentual por encima del complejo soja. Así, estas dos cadenas agroindustriales representan el 65% del volumen de exportaciones totales de la República Argentina, frente al 66% de los primeros nueve meses de 2019.
El complejo trigo, por su parte, en el período enero-septiembre muestra un crecimiento interanual del 9% en el volumen de despachos. De esta manera, se aproxima a 10 millones de toneladas, logrando un máximo en tres años. La participación del complejo en el total nacional exportado alcanza de este modo el 11%, muy cerca de su máximo del 13% del año 2018.
En otra situación encontramos a los complejos cebada y girasol cuyos despachos externos muestran importantes caídas interanuales: 22% y 32% respectivamente. En el caso de las exportaciones del complejo cebada, éstas se ven afectadas por la persistente disminución en la demanda mundial de productos industriales a base de cebada como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
Respecto de la estrella del comercio exterior argentino, el complejo soja, el volumen despachado en el período considerado cayó 19% respecto del año anterior, pasando de 34,7 Mt a 28,2 Mt. Asimismo, el nivel de los primeros 9 meses de este año se encuentra 17% por debajo del promedio de los últimos cinco años. Surge aquí una diferencia importante entre la evolución exportadora de soja y de maíz. La cadena maicera prácticamente ha duplicado el volumen de sus despachos en los últimos cinco años, pasando de 15 Mt en los primeros nueve meses de 2015 a más de 29 Mt para el mismo período de 2020. En contraste, el complejo soja ha generado exportaciones por 28 Mt en enero-septiembre de 2020, un volumen que denota una importante baja si se lo compara con el promedio de los últimos 5 años, de 34 Mt.
Los despachos externos de los cinco complejos agroindustriales considerados se explicaron el 80% del volumen total de las exportaciones argentinas para el período enero-septiembre de este año, una participación estable en relación a la marca del año anterior.
Analizando ahora valor de estos despachos, se tiene que las 5 cadenas explicaron conjuntamente el 49% de las exportaciones totales de la República Argentina entre enero y septiembre de 2020, el ratio más alto en al menos 7 años. Esta participación está 5 puntos porcentuales por encima de la proporción del año pasado, y un punto por encima del 2016, de los mejores años para las cosechas agrícolas.
El conjunto de las cinco cadenas agroindustriales generó un ingreso de divisas por US$ 20.288 millones en los primeros nueves meses de este año, prácticamente el mismo monto que se exportó del resto de bienes y servicios que Argentina vendió al exterior entre enero y septiembre de este 2020, US$ 21.397 millones.
En lo que refiere a valor exportado, el complejo maíz es el que mejor desempeño interanual muestra en el período considerado. Los embarques maiceros alcanzan US$ 5.270 millones, ubicándose un 11% por encima del valor exportado en enero-septiembre de 2019 y consolidando así su tendencia creciente de los últimos años. De hecho, el complejo maicero es el único de los considerados que aumentó el valor de sus embarques externos de un año al otro en el período considerado.
No obstante el destacado desempeño del maíz y sus derivados, el complejo de la soja continúa siendo la principal fuente de ingreso de divisas para Argentina mediante comercio exterior. En los primeros nueve meses del año el complejo soja exportó US$ 11.715 millones, duplicando el valor despachado por el complejo maicero y representando más del 28% del total de las divisas entrantes vía comercio internacional en este período. Gran parte de la diferencia en el valor exportado por cada complejo agroindustrial reside en el tipo de producto que cada uno exporta, ya que el volumen despachado por ambos complejos es similar. Mientras que el maíz se exporta mayormente como grano, en el caso de la soja adquieren mayor relevancia los embarques de productos derivados de la oleaginosa que poseen mayor valor agregado, como por ejemplo aceite, biodiesel, harina, pellets, tortas, etc.
El valor de las exportaciones de la cadena de la soja, sin embargo, se mantiene prácticamente sin cambios respecto a los despachos del año anterior. Aun así, los embarques de soja y sus productos derivados por sí solos dan cuenta de casi el 30% de las exportaciones totales del primer semestre de la República Argentina. Si tomamos complejo soja más maíz, en tanto, dicha participación en el valor de las exportaciones totales asciende al 40%. En otras palabras, de cada US$ 10 que ingresan al país por la vía del comercio exterior, 4 dólares lo generan las cadenas de maíz y soja.
Asimismo, vale la pena destacar que del conjunto de las exportaciones agrícolas una gran mayoría es embarcada desde los puertos del Gran Rosario. Considerando los datos sobre el total exportado y los puertos de origen de estas exportaciones, se concluye que de cada 100 dólares que ingresaron al país por exportaciones, US$ 38 se originaron en embarques desde las terminales fluviales del Gran Rosario.
En lo que respecta a los mercados de exportación argentinos, se ven fuertes volúmenes de intercambio con nuestros principales socios comerciales pero en todos los casos deficitarios, tanto con Brasil y China, así como con los Estados Unidos. Por otro lado, se ve un interesante superávit en los intercambios con socios como Chile, Vietnam, India y los Países Bajos, lo que compensa el saldo deficitario anterior, generando este superávit comercial total.
En un contexto de fuerte recesión global, los volúmenes totales del intercambio comercial argentino (es decir, la suma total de exportaciones e importaciones) se han reducido un 9,3% en el período enero-septiembre de 2020 respecto del año anterior. En septiembre, las exportaciones cayeron 4,7% en relación a y 18% respecto de septiembre de 2019, mientras las importaciones subieron 22,7% en relación al mes pasado y 3,1% interanual.
Otro factor de relevancia es el grado de concentración del comercio exterior argentino, en el que vemos a los diez productos de exportación más importantes concentrando el 54,3%. Como vimos, la preponderancia de la harina y pellets de soja, maíz en grano y aceite de soja es destacable, ocupando respectivamente los tres primeros lugares.
Distinta es la situación en la dinámica importadora, donde los diez principales productos concentran sólo el 19,2% del total, siendo éstos eminentemente importaciones de insumos y bienes de capital. Amerita destacar que menos del 15% de los dólares que se utilizan para pagar importaciones son para bienes de consumo.
Asimismo, si consideramos los precios del comercio exterior, se destaca una caída más importante en los precios de las importaciones que en los de exportaciones.
Fuente: Guido D’Angelo – Desiré Sigaudo – Emilce Terré BCR