Se trata de la fundadora y vicepresidente de UPL, el alma de la compañía, para quien la filosofía de vida y de trabajo radica en poner primero a las personas. Quién es y cómo piensa esta mujer rural que conversó con “Pilu” Giraudo durante la última jornada del Congreso Aapresid.
28.08.2020. Cuando en 1969, en Vapi (India), Sandra Shroff fundó junto a su esposo Rajju la primera planta de producción de fósforo bajo el nombre United Phosphorus Limited (UPL), no imaginó que, 50 años después, ésta se convertiría en una de las 5 principales empresas de soluciones agrícolas del mundo y primera en biosoluciones, con presencia en más de 130 países y acceso al 90 por ciento del mercado global de alimentos. Mucho menos imaginó que ella se convertiría en una figura inspiradora para millones de mujeres alrededor el mundo.
“Rajju (Shroff) siempre fue muy innovador en química. Hacia 1968 se necesitaba una nueva fábrica de fósforo rojo y así empezamos. Queríamos ser independientes, hacer lo que nos gustaba y a nuestra manera”, contó esta mañana Sandra Shroff, vicepresidente de UPL, al ser entrevistada por Beatriz “Pilu” Giraudo, presidente honoraria de Aapresid y líder de la Red de Mujeres Rurales, en el marco del Congreso Aapresid 2020.
Hoy, Sandra encierra el alma de una compañía global que pese a su gran crecimiento continúa siendo una empresa familiar –actualmente, el CEO Global es su hijo Jay-. Con espíritu propio y un gran legado, UPL busca crear una nueva forma de impulsar la agricultura mundial. En gran medida, el secreto de la historia está en esta mujer que bajo el título “La humanidad como una sola comunidad: el liderazgo de una mujer rural”, dialogó con “Pilu” durante 40 minutos dejando en claro por qué su gran legado tiene la fuerza de inspirar.
¿Cómo es ser empresaria en la India?, comenzó consultando Giraudo, en representación de muchas mujeres que luchan cada día por abrirse camino en culturas de lo más diversas.
“Para mí nunca fue un problema”, respondió una Sandra Shroff feliz de entablar contacto con la argentina agroindustrial que tanto admira. “Por ejemplo, cuando comenzamos, en el pueblo de Vapi no había escuela secundaria, así que decidí que teníamos que tener una. Algunos trabajadores de Bombay vinieron a trabajar con nosotros a Vapi teniendo que dejar a sus hijos en la ciudad por la falta de escuelas. Solíamos tener visitas importantes en la fábrica y con el aporte que fui pidiendo, en 1972 abrimos la escuela y en 1977 el hospital. La escuela es hoy una de las mejores de Guayarat”.
Desde el principio, Sandra se ha convertido en el corazón de la gigante UPL. Por su contribución social y su aporte al crecimiento de la industria química y la agricultura en India, esta mujer, madre de dos hijos y poseedora de una convicción que la formó como empresaria, fue centro de atención durante la última mañana del Congreso Aapresid gracias al diálogo propuesto por Pilu Giraudo.
- ¿Cómo asumiste un rol directivo en la compañía?
- Rajju se había ido tres semanas de viaje a Japón. Decidí ir a la planta a ver cómo iba todo por ahí. Empecé a hablar con la gente y me di cuenta de que no estaban obteniendo lo que querían y decidí ocuparme de sus demandas. Cuando Rajju regresó, los gerentes de la planta le dijeron “ya no eres necesario” -relató risueña, dejando a la vista su mirada esencial-.
- ¿Qué significa el propósito OpenAg que impulsa UPL?
- Implica poner a las personas primero, priorizar a los agricultores y sus necesidades – expresó Sandra al referirse al objetivo de crear una red de agricultura que alimente el crecimiento sostenible para todos, sin límites y sin fronteras-. Para eso hacemos mucha investigación y desarrollo, buscando combinaciones de productos que funcionen bien juntos y que nos permitan alcanzar soluciones sostenibles. Somos muy buenos en eso.
- ¿Cómo ves el futuro de la producción de alimentos en el mundo?
- La agricultura es todavía más importante cuando hay crisis. La alimentación siempre es una necesidad. Y la agricultura es la base de muchos negocios.
Creo que India tiene la oportunidad de ser el centro agrícola del mundo, porque tenemos los campos y las manos para hacerlo. Tenemos todo tipo de climas y podemos hacer los cultivos que se hacen en casi todo el mundo. En India somos grandes productores de alimentos -los segundos en el mundo después de China, con 450 mil millones de dólares de producción-, hemos aumentado las exportaciones en los últimos seis meses de 20 mil millones de dólares a 25 mil millones. A la agricultura debemos prestarle atención y enseñar todo sobre ella a los niños en las escuelas.
- ¿Cómo ves el futuro de la industria fitosanitaria en relación a la creciente demanda de los consumidores respecto de la sustentabilidad?
- Tenemos el desafío de aumentar la productividad para que podamos devolverle más tierra a la naturaleza. En Inglaterra hicieron por muchos años un proyecto de dividir campos y destinar una parte a la plantación de árboles. Sonará raro, pero necesitamos tener grandes bosques y áreas sin pisotear por el hombre para que los animales vivan en esos medios. Y para eso tenemos que hacer un uso adecuado de los recursos y de las tecnologías disponibles para potenciar y proteger a los cultivos cuidando el ambiente. Hay que devolverle carbono al suelo. Yo produzco compost donde quiera que esté. Todos los desechos de mi casa se reciclan, inclusive las aguas residuales, que pasan por tres biorreactores en línea y luego salen a un tanque de nuestro jardín.
- Es una gran lección. Todos somos responsables. Ser sustentables es un trabajo de todos los días. Por eso quiero preguntarte qué significa para vos ser mujer rural, y cómo es serlo en India –consultó Giraudo-.
- Creo que es similar en todas partes del mundo. En India las mujeres rurales trabajan muy duro, asumen muchas responsabilidades. Es lo mismo que ocurre, quizás desde hace algunas décadas ya, en Europa y en Argentina. Las mujeres trabajan hoy tan duro como los hombres. En muchos casos, y gracias a su vínculo con la docencia y la educación, son las que motorizan el uso de las tecnologías, aunque India está muy atrás en ese aspecto respecto de Europa y Argentina, pero eso está cambiando.
- Hace dos años en Argentina creamos la Red de Mujeres Rurales y su compañía, a través del propósito OpenAg, nos eligió para promovernos, empoderarnos y trabajar juntos. ¿Cuál es su mensaje no solo para las mujeres de la Red sino también para las nuevas generaciones de mujeres rurales?
El cielo es el límite. Las mujeres rurales de todo el mundo pueden decidir qué es lo que las motiva e ir por ello. Llevar adelante un sueño profesional y una familia requiere de mucho sacrificio. Incluso en los tiempos actuales. Pero hay muchas mujeres que arman sus carreras una vez que los hijos han crecido. Tenemos tantas mujeres que ya grandes se convierten en directoras de empresas…, pero claro que es difícil por las responsabilidades familiares. Sin embargo necesitamos enfrentar todo eso sin acobardarnos –concluyó Sandra Shroff tras su paso por el Congreso Aapresid 2020-.
Fuente: UPL