Las expectativas de devaluación no cesaron en el transcurso de agosto, situación que se reflejó en la pérdida de reservas por parte del Banco Central (BCRA) y en el aumento de la brecha cambiaria entre el dólar oficial y los tipos de cambio paralelo
Respecto al REM de junio, los analistas corrigieron a la baja sus proyecciones de devaluación, principalmente para el último trimestre del año. Mientras en el relevamiento anterior se estimaba una depreciación del 4,9% para octubre y otra del 4,2% para noviembre, en el REM de julio la suba esperada para octubre es del 4,4% y la de noviembre es del 2,8%.
De esta manera, la variación interanual nominal prevista para 2020 es de 44,4%. Paralelamente, la proyección para fines del año 2021 arrojó un valor de $123,2 por dólar, lo cual significaría un incremento del 42,6% anual.
Muchos de los analistas consultados por este medio en las últimas semanas venían señalando que una vez cerrada la reestructuración de la deuda iba a haber un achicamiento en la brecha. Sin embargo, en las últimas horas empezaron a advertir que las idas y vueltas del Gobierno respecto de si se iba a quitar o no el cupo de los u$s200 para ahorro aumentaron la incertidumbre del mercado y volvieron a agregarle nafta a los dólares paralelos.
“Las condiciones macroeconómicas están dadas para que haya una depreciación del peso” dijo el director de la consultora DNI, Marcelo Elizondo, quien añadió que la situación se “agrava por la escasez de dólares y la propia alarma que el Gobierno crea cuando dice ‘puede ser que interrumpamos la venta de u$s200”.
En línea con estas palabras, el analista financiero Christian Buteler sostuvo: “La semana pasada el Gobierno generó un ruido innecesario al tipo de cambio con la posibilidad de suspender la venta de los u$s200. Y para peor, estuvo en boca del Presidente. Eso claramente no ayuda para calmar al dólar blue y disminuir la brecha. Claramente no está en línea con tranquilizar la economía como quiere el ministro de Economía”.
También existen condiciones técnicas que empujan las cotizaciones paralelas, En ese sentido, Maximiliano Suárez, de Grupo Bull Market, explicó: “Hay una oportunidad de arbitraje en el sentido de que el canje de ley local abrió la puerta para cambiar bonos en dólares por bonos CER y resulta más beneficioso acceder por esta vía que hacerlo directamente a través del mercado”.
De esta forma, la adquisición de bonos dolarizados podría empujar las cotizaciones financieras. Sin embargo, Suárez advirtió: “Pero no es menos cierto que el tipo de cambio también se arbitra y hay muchos bonos en dólares que no entran en el canje por Boncer y que debieran funcionar como ancla o valor de referencia al tipo de cambio implícito de los bonos que sí entran en el canje. Con lo cual el efecto arbitraje puede explicar alguna discrepancia temporal, pero no una tendencia ni tampoco un nivel de tipo de cambio”.
El analista de Bull Market mencionó que los principales motivos para las subas del MEP y el CCL están vinculadas a “el factor monetario, fiscal y el rol de las expectativas”. Y agregó: “Aún con súper cepo al atesoramiento y la economía parada, el BCRA restringe importaciones y amenaza con cercenar el cupo de ahorro. Pese a lo cual, continúa el drenaje de reservas, con un nivel de reservas líquidas que nadie conoce a ciencia cierta pero que se estiman entre u$s4.000 y u$s8.000 millones, muy por debajo de lo que un país como Argentina necesita para funcionar”.
Por último, Suárez explicó que “las tasas en pesos tampoco ayudan mucho, porque si bien están cerca de empatarle a la inflación observada, algo que se venía reclamando hace rato, no tienen en cuenta el rol de las expectativas en las decisiones económicas”.
Ahora bien, ¿qué puede hacer el Gobierno para frenar la brecha entre el oficial y los paralelos? La economista jefe de Fundación Capital, Irina Moroni, señaló: “Se debería generar una mayor oferta de divisas, que Anses y el BCRA arbitren con títulos, y generar nuevos instrumentos en pesos más atractivos, con nuevos índices”.
En tanto, Fernando Marengo, de Arriazu Macroanalistas, consideró: “Más brecha genera más apetito por dólares de importaciones y menos por liquidar exportaciones, por lo que termina impactando en reservas. La brecha se calma cuando no hay más expectativa de depreciación. Puede ser que se dé porque haces las cosas bien o porque el CCL alcanza un nivel excesivamente alto y el mercado piensa que ya está muy depreciado”.
Fuente: ambito.com