Una de las últimas ponencias en el Dia de las universidades que se vivió este jueves en el XXVIII Congreso Aapresid “Siempre Vivo. Siempre Verde” tuvo por título “Ciencia, estudiante y productor. Juntos para el desarrollo” centrada en el Sistemas Chacras que es el programa de desarrollo e investigación de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa que involucra a los actores del sistema productivo y ha generado interacción con muchas instituciones, entre ellas las universidades. Rodolfo Gil, director académico del Sistema, pivotó en las ideas fuerza que le dieron origen e hizo hincapié en el profesionalismo y la responsabilidad que se pone de manifiesto en las acciones, primordialmente en el cuidado del ambiente. Secundado por Florencia Accame, asistente de coordinación del Sistema, resaltó el hecho de “generar planteos de soluciones crecientes”, señalando que “trabajar en escenarios reales nos hace descubrir cosas que nunca nos hubiésemos imaginado”. El origen de Sistema Chacras es la preocupación del productor por generar soluciones que mejoren sus sistemas productivos. “Todos los proyectos del Sistema están arraigados a partir de la demanda del productor y las soluciones que se van generando son con una visión sistémica”, aclaró seguidamente Tomás Coyos. Ejemplificó con la Chacra Bandera, en Santiago del Estero, donde se planteó un problema con malezas y se desarrolló el sistema de manejo correspondiente. “Si bien se trabaja sobre una problemática puntual, termina generando tecnologías que tienen impacto positivo en todo el sistema de produccción.
Al resolver el problema específico siempre se hace con una visión sistémica”, describió. ‘Aprender produciendo’ y ‘Protagonismo horizontal’ son conceptos básicos del Sistema Chacras. “El productor es protagonista de su propio desarrollo. Desde que plantea la demanda hasta que llega la solución, se apropia de todo el proceso”. Eso genera la adopción rápida de tecnología, que es uno de los valores del Sistema. Se enriquece la solución sumando el conocimiento del productor a la ciencia y de esa manera se gana tiempo. “La finalidad del Programa es mejorar los sistemas productivos y formar recursos humanos, “que es la base para desarrollar mejores ecosistemas. La formación del recurso humano en todos los niveles es lo que termina traccionando y generando un real desarrollo de los sistemas productivos”, apuntó Tomás Coyos.
El Sistemas Chacras tiene dos espacios: las chacras y la redes temáticas. Las primeras responden a la demanda del productor y trabajan a escala local contemplando todos los factores del sistema productivo. Las redes temáticas también responden a la demanda del productor pero lo hacen sobre algún componente del sistema de producción a escala regional. Un ejemplo es la ‘Red de maíz tardío’ que trabaja generando herramientas de decisión para el manejo de maíz tardío en la zona núcleo para saber qué genotipo usar, como manejar la nutrición, densidad y sanidad. “Los dos espacios generan productos de calidad porque satisfacen las demandas con avales científicos”, destacó Coyos.
Para finalizar repasó: “Sistema Chacras es un espacio que genera conocimiento científico para responder a la demanda del productor y contribuir al desarrollo local a través del agregado de valor, considerando el triple impacto: económico, ambiental y social”. Además “constituye una plataforma para la generación y transferencia de conocimientos y para la formación de recursos humanos a través de sus dos espacios: chacras y redes temáticas”. Seguidamente los coordinadores técnicos Alejo Ruiz, Cintia Sciarresi y Andrés Madías repasaron las acciones que han desarrollado y desarrollan en las distintas Chacras: Justiniano Posse, América, Sacháyoj, Los Surgentes-Inriville, Pergamino, Bandera, VINPA en Norpatagonia, Sudoeste de Chaco, Sur de Córdoba, en las que abordan distintas problemáticas y las estrategias a aplicar en cada caso, apelando al conocimiento y la tecnología, como imágenes satelitales y herramientas de agricultura de precisión. Cada uno de los casos tiene las características y compplejidades acorde a la zona y siempre se trabaja con universidades, el INTA y la CONICET. También presentaron la Chacra Agregado de Valor, en la que se vuelcan distintas alternativas a las producciones y se desarrollan trabajos vinculados con la cadena cárnica, generación de bioenergía, disposición final o uso adecuado de plásticos. Para finalizar se expuso el trabajo en las distintas redes: maíz tardío, soja NEA, maíz NEA, maíz Sur de Buenos Aires, y los cultivos de servicio.
Fuente: Prensa Aapresid