La cuarentena obligatoria significó un freno a la faena de cerdos. Los reclamos al Gobierno y la apuesta del sector al mercado externo.
El consumo doméstico de carne de cerdo cayó por los efectos de la pandemia, y es una tendencia que se mantendrá durante el presente mes. Esta situación hace pensar a los privados en la exportación como desarrollo sectorial.
El freno que impuso la cuarentena a la faena de cerdos, sumado a la caída del 3,6% registrada en el consumo de carne porcina en la Argentina, llevó a los productores pecuarios a reclamar acciones concretas por parte de las autoridades para sortear la crisis sanitaria y económica, y generar los incentivos necesarios para exportar producción desde las granjas porcinas en la segunda parte del 2020.
Desde el sector se indicó que actualmente sobran cerca de 125 mil cerdos, principalmente por la caída del mercado interno tras el aislamiento obligatorio impuesto desde el 20 de marzo pasado. Los números oficiales refieren una caída en el gasto de la población de 13,84 kilos anuales per cápita atento al consumo de enero-febrero. En dicho período despegaron las exportaciones, con ventas por 4.842 toneladas, una cifra que reporta un alza interanual del 44%.
Según expresó el consultor, Ramiro Farías, “el mes de abril seguramente registrará una caída interanual mayor en la industrialización a la observada en marzo, ya que el número de días con cese de actividad y sin circulación de población fue mayor al mes previo, escenario que también se extendería al mes de mayo”.
También Juan Manuel Bautista, coordinador de la Comisión de Porcinos de la Sociedad Rural Argentina, consideró que los números del sector porcino serán en abril y mayo “mucho peores” que la baja de un 3,6% que exhibió el consumo doméstico, de acuerdo al tablero sectorial elaborado a marzo pasado por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
La tendencia a la baja en el consumo, y por ende en la faena futura de cerdos, es atribuida desde el sector privado al cambio abrupto que se verificó en el mercado local en la cuarentena declarada desde fines de marzo, a lo cual también se le suma la fuerte crisis económica que asoma en Brasil, junto a la caída en los precios internacionales de la carne de cerdo producto de una menor demanda mundial de este tipo de proteína animal.
A la par de la caída de las ventas y la necesidad de atender un mayor consumo en los rodeos porcinos por el parate impuesto a la faena, tal como refieren los datos de la cartera de Agricultura, también se constató en marzo pasado un incremento del 13% en la relación que existe entre el precio del maíz y el valor del capón.
Medidas
Atento a este tipo de cuestiones, Farias –tras evaluar la situación del sector- reconoció que “es urgente que desde el Estado se establezcan protocolos para la normalización de las actividades económicas y el levantamiento de la cuarentena a una velocidad mayor a la que se viene realizando, así como apoyo para la colocación en mercados externos del excedente de producción (porcina) que permitan descomprimir el mercado interno”.
Agregó que en los últimos años la producción porcina en la Argentina realizó inversiones por unos 80 millones de dólares en ampliar su capacidad productiva, un hecho que llevó el stock de madres en producción a 271 mil cabezas en el 2020, al tiempo que recordó que “en marzo, el nivel de faena cayó un 2% frente a igual mes del 2019, mientras que el consumo per cápita comenzó el año con una caída de 500 gramos por habitante”.
Por su parte, Bautista comentó que “la genética porcina no se puede stokear y por ello hay que prepararse para el futuro. La Argentina, desde hace años, es un país que está bien visto en el mundo como productor de cerdos, ya que tiene espacio y clima, y además producción de maíz y soja, y como no contamos con consumo interno es obvio que hay que pensar en un negocio netamente de exportación que motorice el desarrollo del negocio del cerdo”.
El ministerio de Agricultura informó que entre enero y marzo se faenaron un total de 1,6 millón de cabezas porcinas, cifra que representa una leve alza interanual del 0,1%. Aunque, tal como lo expresaron desde el sector privado, se descuenta que con la pandemia, sumado a la situación de crisis mundial, hace ya proyectar una firme tendencia contractiva para los meses de abril y mayo.
Fuente: INFOBAE