1- Las condiciones reinantes en la zona, con buenas precipitaciones y altas temperaturas, son favorables tanto para el buen desarrollo de cultivos como para las altas tasas reproductivas de plagas. Esto se ve a campo y masificado en la última semana en nuestra zona. Imagen N° 1 y 2.
2- Se debe tener presente que en lotes donde ya se han realizado aplicaciones iniciales hoy ya están en umbrales nuevamente de aplicación. Los insecticidas no cubren las hojas nuevas que hayan crecido post aplicación, por lo que a los 15 o 20 días posteriores a las aplicaciones se están registrando nuevos ataques, siendo los mismos una reinfección de la plaga. Además si han ocurrido lluvias posteriores a las aplicaciones también se aceleran los procesos de degradación del insecticida.
3- Los monitoreos se recomiendan realizar con paños de tipo vertical, ya que permiten no sólo el recuento, identificación y evaluación de cada lote según el tamaño de larvas y/o ninfas presentes. 4- Los umbrales de plagas que se consideran para determinar una aplicación son siempre las mismos y se adjuntan, tanto para orugas defoliadoras (Cuadro N°1) como para chinches (Cuadro N°3). También la identificación de las especies permite evaluarlas comparativamente ya que la voracidad de dichas orugas y/o chinches no es la misma (Cuadro N°2).
5- Respecto de chinches en soja no se observa mayor presencia ni de adultos ni estados ninfales en los monitoreos realizados a campo, esto no indica que puedan aparecer en estadios más avanzados del cultivo. Siempre teniendo presente que la misma no se distribuye uniformemente en todo el lote y que su daño es bastante silencioso. Revisar más exhaustivamente aquellos lotes con alfalfas lindantes.
6- Las principales especies encontradas en cultivos de soja de la zona son, básicamente y como especie principal Rachiplusia nu conocida como “medidora” (Imagen N°3), seguida por Colias lesbia, reconocida por ser una larva no muy grande, típica de cultivos de alfalfa (Imagen N°4) y que se observan sus adultos en vuelos diurnos, de coloración amarillenta. Y en menor medida orugas o isocas bolillera (Heliothis sp.), (Imagen N° 5). También se registran en forma aisladas algunas Anticarsia genmatalis (Imagen N° 6).
7- El caso de Heliothis o bolillera debe tratarse por separado ya que tiene un umbral diferente y su daño es hacia brotes, semillas y vainas, por lo que se considera un umbral en 20% plantas con brotes cortados y 3 larvas/m en estado vegetativo y buenas condiciones de crecimiento del cultivo, y 1 larva/m cuando se encuentra en stress hídrico. Otro autor menciona que cuando está generando daños en inflorescencias, vainas y granos, el umbral es de 0.5 orugas/ m. Y si el daño detectado es en brotes el umbral es de 10%.
8- El cultivo de soja tolera altos niveles de defoliación más aun cuando las condiciones para su crecimiento son las que transcurrimos en la zona (Figura N°1). Los umbrales de daño rondan entre el 20% y 30% de defoliación según grupos de madurez, a partir de dichos valores se indica la aplicación de insecticidas para el control de defoliadora. En la zona se han registrado varias tormentas de viento, que han generado daños en cultivos (Imágenes 6 y 7), en las que se incluye soja, considerando que dicho daño debería estar sumado en este índice de defoliación.
9- Otro parámetro a tener en consideración además del daño ocasionado es la presencia de benéficos, ya sea de insectos y/o de hongos que parasiten a dichas orugas. Esto permite tomar una decisión de aplicar o no productos químicos para su control y de qué tipo de producto utilizar, existiendo en el mercado productos de última generación con mucho menor impacto ambiental y clases toxicológicas más bajas.
10- En el caso de tratarse de un cultivo de alfalfa además debe valorarse el momento de ingreso a la parcela por parte de los animales, debe tenerse en cuenta el reingreso a las parcelas luego de ser tratadas (tiempo de carencia). Las poblaciones que se registran son muy altas, por lo que revisar exhaustivamente las parcelas. En caso de requerir un volteo rápido se puede recurrir a algún piretroide tipo: Deltametrina al 5% 250cc/ha, Zetametrina a razón de 150cc, Lambdacialotrina al 5% 70cc. Siendo los más económicos, pero si se desea conservar benéficos las alternativas a utilizar deberían ser otras: flubendiamide al 48%, Rynaxypyr, Clorantraniliprole 10 % + Lambdacialotrina 5%, por nombrar algunas alternativas.
11- En maíces que ronden los estadios V5 o V6 que serían por ej. los más tardíos sobre trigo o alguna gramínea de invierno de cosecha, se recomienda monitorear cogollero, sobre todo en aquellos maíces que no poseen el evento “Viptera”. En el caso de los maíces VT3 si el daño es menor al 20% no realizar aplicaciones, ya que se considera puede tener un control aceptable sobre el mismo. Ahora en el caso de superar ese valor se recomienda realizar aplicaciones químicas para #Cuidar el evento. Se recomiendan aplicaciones por la tardecita y cuando aún no haya ingresado la larva al cogollo, ya que luego no se llega con productos para su control. Uno de los productos que funciona muy bien es spinetoram J + spinoteram S a razón de 80cc/ha.
Fuente: INTA por Marcela Iris Genero
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