Desde su declaración, todos los años organismos oficiales, organizaciones no gubernamentales y grupos de ciudadanos de todos los niveles de la comunidad han aprovechado la oportunidad para realizar actos y actividades encaminados a aumentar la sensibilización del público en general acerca de los valores de los humedales y los beneficios que reportan en general y la Convención de Ramsar en concreto.
El 2 de febrero de cada año es el Día Mundial de los Humedales y en él se conmemora la fecha en que se adoptó la Convención sobre los Humedales, el 2 de febrero de 1971
La Convención sobre los Humedales, llamada la Convención de Ramsar, es un tratado intergubernamental que sirve de marco para la acción nacional y la cooperación internacional en pro de la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos.
El manejo de humedales constituye un reto mundial y la Convención Ramsar actualmente cuenta con más de 160 Partes Contratantes, lo que supone un reconocimiento del valor de tener un tratado internacional dedicado a un solo ecosistema.
Ramsar es el más antiguo de los modernos acuerdos intergubernamentales sobre el medio ambiente. El tratado se negoció en el decenio de 1960 entre países y organizaciones no gubernamentales preocupados por la creciente pérdida y degradación de los hábitats de humedales para las aves acuáticas migratorias. Se adoptó en la ciudad iraní de Ramsar en 1971 y entró en vigor en 1975.
La misión de la Convención es ” la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales y nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo”.
La Convención aplica una definición amplia de los humedales, que abarca todos los lagos y ríos, acuíferos subterráneos, pantanos y marismas, pastizales húmedos, turberas, oasis, estuarios, deltas y bajos de marea, manglares y otras zonas costeras, arrecifes coralinos, y sitios artificiales como estanques piscícolas, arrozales, embalses y salinas.
En el marco de los “tres pilares” de la Convención, las Partes Contratantes se comprometen a:
-trabajar en pro del uso racional de todos los humedales de su territorio;
-designar humedales idóneos para la lista de Humedales de Importancia Internacional (la “Lista de Ramsar”) y garantizar su manejo eficaz;
-cooperar en el plano internacional en materia de humedales transfronterizos, sistemas de humedales compartidos y especies compartidas.
La Convención entró en vigor en Argentina el 4 de septiembre de 1992.
Nuestro país cuenta actualmente con 23 sitios designados de los 2.339 que la Convención tiene declarados en todo el mundo, como Humedales de Importancia Internacional (sitios Ramsar), con una superficie de 5,687,651 hectáreas. Ellos son,
- Bahía de Samborombón, provincia de Buenos Aires, superficie 243.965 has
- Bañados del Rio Dulce y Laguna de Mar Chiquita, provincia de Córdoba, superficie 996.000 has
- Delta del Paraná , provincias de Santa Fe y Entre Rios, superficie 243.126 has
- Glaciar Vinciguerra y Turberas asociadas, provincia de Tierra del Fuego, superficie 2.760 has
- Humedal Laguna Melincué, provincia de Santa Fe, superficie 92.000 has
- Humedales Chaco, provincia de Chaco, superficie 508.000 has
- Humedales de Península Valdés, provincia de Chubut, superficie 42.695 has
- Jaaukanigás, provincia de Santa Fe, superficie 492.000 has
- Laguna Blanca , provincia de Neuquén, superficie 11.250 has
- Laguna de Llancanelo, provincia de Mendoza, superficie 65.000 has
- Laguna de los Pozuelos, provincia de Jujuy, superficie 16.224 has
- Lagunas altoandinas y puneñas de Catamarca, provincia de Catamarca, superficie 1.228.175 has
- Lagunas de Guanacache, Desaguadero y del Bebedero, provincias de Mendoza, San Juan y San Luis, superficie 962.370 has
- Lagunas de Vilama, provincia de Jujuy, superficie 157.000 has
- Lagunas y esteros del Iberá, provincia de Corrientes, superficie 24.550 has
- Palmar Yatay, provincia de Entre Ríos, superficie 21.450 has
- Parque Provincial El Tromen, provincia de Neuquén, superficie 30.000 has
- Reserva Costa Atlántica de Tierra del Fuego, provincia de Tierra del Fuego, superficie 28.600 has
- Reserva Ecológica Costanera Sur, provincia de Buenos Aires, superficie 353 has
- Reserva Natural Otamendi, provincia de Buenos Aires, superficie 3.000 has
- Reserva Natural Villavicencio, provincia de Mendoza, superficie 62.244 has
- Reserva provincial Laguna Brava, provincia de La Rioja, superficie 405.000 has
- Rio Pilcomayo, provincia de Formosa, superficie 51.889 has
Los humedales son vitales para los ecosistemas que allí habitan, así como para la supervivencia humana. Son uno de los entornos más productivos del mundo, y son cunas de diversidad biológica y fuentes de agua y productividad primaria de las que innumerables especies vegetales y animales dependen para subsistir. Además, regulan las crecidas producto de las lluvias, evitando así las inundaciones.
Fueron fuente de vida para las comunidades originarias que buscaban su alimento en estos sitios.
Sin embargo, un estudio tras otro demuestra que la superficie y la calidad de los humedales siguen disminuyendo en la mayoría de regiones del mundo. En consecuencia, los servicios de los ecosistemas que los humedales proporcionan a las personas se encuentran en peligro.
En gran parte esto se debe a incorporar especies introducidas como el castor en nuestra Patagonia, que contribuye a alterar el medio ambiente y provoca una gran destrucción de flora(árboles) e inundaciones. Otro factor son los plaguicidas y fertilizantes que se filtran terminando su curso en cauces de agua, así como también los residuos urbanos que, en gran parte, sin un manejo responsable, terminan contaminando zonas costeras, mares y ríos.
Los humedales a su vez aportan a las comunidades una fuente de ingreso que se produce a través de la actividad turística, mediante las modalidades de ecoturismo o turismo rural. A su vez también contribuyen al desarrollo de los pueblos a través de ingresos económicos que obtienen de la comercialización de pescado, materiales de construcción como la paja de techar, forrajes para el ganado y cueros que en muchos casos son la base de su actividad económica.
Los humedales constituyen los reservorios de agua dulce y potable más grandes que tenemos. Sin humedales, no hay agua, ¡sin agua no hay vida!
Fuente: Convención de Ramsar/ INTA