Los municipios en la provincia de Buenos Aires se encuentran aplicando fuertes aumentos para la tasa vial de caminos rurales, según un reporte de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap).
En la provincia, de 135 municipios hay 128 que tienen actividad agroindustrial. De acuerdo a la entidad, los incrementos en este tributo, que según denuncian los ruralistas muchas veces no tiene una contraprestación real en el mantenimiento de los caminos, van del 50 al 70 por ciento.
“Se están cerrando en ese rango”, apuntó Matías de Velazco, presidente de Carbap, sobre el aumento de la tasa vial.
Según la entidad, entre otros lugares en Coronel Dorrego el alza es del 55 por ciento; 45 por ciento en Suipacha; en Exaltación de la Cruz, Campaña y Zárate se estima un 40 a 60%; General La Madrid ya aumentó un 63% la tasa vial y 70 por ciento las guías; Gonzales Chaves un 50%, Saavedra un 68%; Puan del 41 al 60% según las zonas; Tornquist 55%; y Pringles un 60%. En tanto, Carbap precisó que Tres Arroyos ahora aplicará 28% y en mayo subirá de acuerdo a la evolución de tres parámetros: sueldos, cubiertas de la maquinaria vial y gasoil.
En 2019, según la entidad los municipios tuvieron recursos disponibles por la tasa vial por unos $4873,7 millones. Eso representó un incremento del 47 por ciento respecto de 2018. En la provincia cerca del 70% de los caminos rurales están en un estado regular a malo, según los ruralistas.
“La preocupación de Carbap es que tanto la Nación como la provincia y los municipios fijan sus impuestos/tasas según los ingresos que necesitan para el año, pero no existe una visión en conjunto que contemple la capacidad de pago del productor”, señaló el presidente de la entidad.
“En la Argentina está invertido el orden del pensamiento: primero está el Estado al que todos los privados debemos mantener, en vez de organizar el Estado según la capacidad del privado de mantenerlo”, agregó.
Velazco indicó que hay lugares donde las máquinas para arreglar los caminos “no andan”. Puso como ejemplo el partido donde produce, Gonzales Chaves. “Si un municipio no cumple (en arreglar los caminos) no pasa nada, pero si el productor no paga queda como deudor”, se quejó y añadió: “Un 50% de incremento es caro si las máquinas no andan”.
Según el dirigente, algunos municipios ataron la tasa a la evolución de la soja, la carne, el trigo y a insumos como el gasoil. Para el ruralista, esto, que pasó también en su partido, es para modificar eventualmente hacia arriba la tasa. “¿Si bajaran el trigo, la soja y la carne, bajarán la tasa?”, se preguntó.
“Cada nivel del Estado se ocupa de sí mismo sin ver el conjunto y por eso la presión impositiva se torna insostenible”, alertó.
En el ruralismo hay malestar porque el gobierno nacional ya subió de 24,7 a 30% las retenciones a la soja y del 6,7 al 12 por ciento las de trigo y maíz, entre otros productos. Además, está el aval del Congreso para que en cualquier momento, si el presidente Alberto Fernández lo define, se incrementen los derechos en otros tres puntos.
Al enojo por la carga tributaria nacional se sumó la que busca aplicar el gobernador Axel Kicillof, subiendo de 15 a 75% el Impuesto Inmobiliario Rural. En el campo bonaerense alertan que, además, el gobierno provincial podría apelar a una valuación fiscal que incrementaría todavía más la presión impositiva. Hay ruralistas que están impulsando que esa escala vaya del 10 a no más del 40 por ciento.
Además de la tasa vial, hay municipios con incrementos de más del 70 por ciento para marcas y guías de traslado de hacienda, por encima de la inflación del 55% que habría cerrado 2019.
Fuente: La Nación | Por: Fernando Bertello