En la jornada Tranqueras Abiertas que se está llevando a cabo en Eusebia se mostraron diferentes módulos de cultivos de servicio.
Los empresarios CREA de la región Santa Fe Centro están trabajando en el diseño de un protocolo de manejo de cultivos de servicio con el propósito de recomponer la salud de los suelos luego de registrar tres años de excesos hídricos seguidos por una sequía.
Este año, luego de “pelear” contra el clima en el último lustro, cuentan por fin con la humedad necesaria para desarrollar diferentes módulos de cultivos de servicio, los cuales se están mostrando en la Tranquera Abierta Regional que se está llevando a cabo entre hoy miércoles y mañana jueves en el establecimiento “La Tostada”, localizado en Eusebia.
“Este año sembramos mecánicamente dos densidades de avena y centeno, 50 y 35 kg/ha, y observamos que la densidad más baja fue suficiente para lograr la cobertura apropiada”, explicó Maximiliano Finello, integrante de la Comisión de Agricultura de la región CREA Santa Fe Centro.
“Además sembramos dos densidades de vicia, 20 y 30 kg/ha, y repetimos el ensayo con doble inoculación, con el propósito de evaluar tanto la cobertura para promover el control de malezas como el aporte de materia seca y de nitrógeno” añadió.
También se están evaluando siembras de nabo, nabo con vicia y centeno con vicia, entre otras alternativas. Parte de los módulos se suprimieron de manera mecánica, con un rolo, en la primera semana de octubre. Los ensayos están integrados al Proyecto Malezas que CREA implementa a nivel nacional.
“A pesar de las importantes lluvias ocurridas este año, el control de malezas logrado en los módulos fue excelente, de manera tal que en los mismos no fue necesario aplicar herbicidas residuales”, señaló Maximiliano.
Al medir agua útil en el perfil, esta semana se registró que el consumo (o costo hídrico) de los diferentes cultivos de servicio fue de 70 a 90 milímetros respecto del testigo (barbecho químico). El proyecto contempla, una vez suprimidos todos los cultivos de cobertura, sembrar en diciembre un maíz tardío en los diferentes módulos, para lo cual se determinará, con anterioridad a la siembra, el aporte de nutrientes, costo hídrico eventual y el impacto del ahorro de aplicaciones de herbicidas, entre otras variables.
“Este es un buen año en lo que respecta a lluvias, pero el año pasado no fue así; el manejo de cultivos de cobertura o servicio debe diseñarse en función de la situación presente en cada ambiente, para lo cual es necesario perfeccionar esta tecnología de procesos, que está en plena formación”, indicó Maximiliano.
Fuente: CREA