Diversos estudios establecen que un manejo estratégico de la fertilización nitrogenada (dosis y momento de aplicación) contribuyen no solo a lograr altos rendimientos, sino también a obtener una buena calidad del grano (Howard, 2002). Por otro lado, es importante la condición del ambiente y la correcta elección del genotipo (García et al., 2015). Uno de los parámetros más usados para conocer la calidad del grano es el contenido de proteínas, que además de su valor nutricional, es importante por su constitución y cantidad de estas en el proceso de panificación (Seghezzo et al., 2006). Este indicador está muy ligado a la disponibilidad de nitrógeno en el suelo durante el período crítico del cultivo. Según Quatrocchio et al. (2004), con dosis altas de nitrógeno se lograría incrementar aún más la concentración de proteínas en el grano que con una dosis media de este nutriente. Además de la disponibilidad de nitrógeno y el cultivar, otros factores como la temperatura durante el llenado de granos, afectan los parámetros de calidad (Fraschina, 2017). En base a la caracterización realizada por el Comité de cereales de invierno (INASE), las variedades de trigo pan se clasifican en tres grupos de calidad (GC) según su aptitud industrial y panadera:
- GC 1: trigos correctores, para panificación industrial
- GC 2: trigos para panificación tradicional, toleran más 8 horas de fermentación
- GC 3: trigo para panificación directa, no toleran más de 8 horas de fermentación (Cuniberti et al., 2003; Fraschina, 2017).
Por ello es relevante realizar una nutrición balanceada del cultivo, principalmente del nitrógeno, haciendo un uso eficiente de este insumo. El objetivo del presente trabajo fue evaluar el rendimiento y algunos parámetros de calidad (porcentaje de proteínas, gluten húmedo y peso Hectolítrico) en dos grupos de calidad industrial (GC) de trigo pan, según dosis de nitrógeno, momento de aplicación y la aplicación de un fertilizante foliar nitrogenado.
Materiales y métodos
El experimento se llevó a cabo en la localidad de Oliveros, sur de Santa Fe, durante dos años: 2017 (Año 1) y 2018 (Año 2). La siembra de los experimentos se realizó bajo el sistema de siembra directa sobre un suelo Argiudol Típico, serie Maciel de textura franco arcillo-limosa, con una historia agrícola de más de 30 años con 25 años en siembra directa. El cultivo antecesor fue soja de primera. Se evaluaron dos variedades de ciclo largo que fueron seleccionadas según la clasificación del Comité de Cereales de Invierno de la Comisión Nacional de Semillas (CONASE) en los Grupos de Calidad: ACA 360 (GC 1) y Klein Serpiente (GC 2).
Las siembras fueron realizadas el 21/06/2017 y el 14/06/2018.El diseño experimental fue de parcelas divididas en bloques al azar con cuatro repeticiones, la parcela principal corresponde a la variedad y la subparcela el tratamiento de dosis nitrogenada (DN), momento de fertilización y fertilización foliar (FF). A la siembra se fertilizó con P y S y las fuentes utilizadas fueron Fosfato Mono Amónico (MAP) y Sulfato de Calcio, en dosis suficiente como para que estos nutrientes no sean limitantes.
Posteriormente, se calculó el rendimiento (kg ha1 ) ajustado al 13.5% de humedad, el porcentaje de proteínas (% Prot), el porcentaje gluten húmedo (GH) y el peso Hectolítrico (P:H). El análisis de varianza y las diferencias de medias se realizaron con test de Tukey al 5%, utilizando el software INFO- STAT (2016). En la Tabla 1 se detallan todos los tratamientos que incluyen momento, dosis nitrogenada (DN) y fertilización foliar con N (FF). Los fertilizantes utilizados fueron Urea granulada y Foliar Sol U.
Resultados y Discusión
- Caracterización del clima
Las precipitaciones acumuladas entre los meses de mayo a noviembre fueron de 460 mm en el 2017 y de 620 mm en el 2018. Sin embargo, en el año 2, a pesar de superar el año 1 en un 25% más de lluvias, el mayor aporte de agua fue hacia la etapa final del cultivo. Por lo tanto, desde la implantación del cultivo hasta el período de espigazón de este segundo año, la disponibilidad de agua fue una limitante, luego durante el llenado de granos atravesó un período de excesos hídricos. En cuanto a las temperaturas máximas durante la etapa de llenado de granos, en el año 1 manifestaron una tendencia similar a la serie histórica. En tanto que en el año 2 estas temperaturas máximas fueron 2,5ºC por debajo del registro histórico durante las primeras etapas del cultivo (macollaje y encañazón). El período de llenado de granos en ambos años tuvo una mayor amplitud térmica respecto a los años anteriores (14,5 y 13,5 ºC), por lo que la duración de esta etapa se extendió unos días más. En consecuencia, se lograron mayores pesos en los granos (datos no publicados).
- Rendimiento
El máximo rendimiento promedio se logró en el primer año (2017) con 5230 kg ha-1, superando en un 25% al segundo año (2018). Con respecto a las variedades evaluadas, el mayor rendimiento se obtuvo con Klein Serpiente: 5489 y 4302 kg ha-1 para 2017 y 2018 respectivamente (Tabla 2), mientras que ACA 360 rindió 9,4% menos en el 2017 y un 15,8% menos en el 2018. Estas diferencias de rendimiento entre las variedades en los dos años analizados se debieron, principalmente, a la distribución de la oferta hídrica durante el ciclo del cultivo, como fue mencionado anteriormente.
Las interacciones entre A*V y A*DN fueron altamente significativas (P<0.01), ver Tabla 2. Esto significa que hubo variaciones en el comportamiento de las variedades y en la respuesta a la dosis de nitrógeno según año.
• Klein Serpiente (KS) presentó el mayor rendimiento (6324 kg ha-1) con el tratamiento 8 en el primer año, 39,5% más respecto al testigo. Este incremento de rendimiento fue similar al encontrado por Manlla et al. (2017). En el segundo año el máximo rendimiento se obtuvo con el tratamiento 6 (4637 kg ha-1) y la diferencia con el testigo fue de 18,6%
• ACA 360 obtuvo su mayor rendimiento con el tratamiento 4, sin embargo su rendimiento fue un 12 % inferior a KS en ambos años evaluados. Esta diferencia entre los genotipos se debe en parte a su capacidad para capturar el nitrógeno y traducirlo en rendimiento (Austin et al., 1980). En la Figura 1, se muestra la respuesta positiva del rendimiento al incremento en las dosis de nitrógeno para ambos genotipos pertenecientes a distintos GC. Las magnitudes de las respuestas al agregado ><0,01) ver Tabla 2. Esto significa que hubo variaciones en el comportamiento de las variedades y en la respuesta a la dosis de nitrógeno según año.
La disponibilidad de nitrógeno (a la siembra + fertilizante nitrogenado aplicado) explicó entre un 90 y 99 % la variación observada en el rendimiento. Los máximos rendimientos promedios se lograron con los tratamientos 10 (5081 kg ha-1), 4 (5048 kg ha-1) y 8 (5021 kg ha-1), que corresponden a las dosis máximas de fertilización, conformando un grupo homogéneo sin diferencias significativas entre ellos (Tabla 2). Respecto al momento de aplicación, no hubo diferencias estadísticamente significativas en el rendimiento entre aplicar todo a macollaje o fraccionado entre el macollaje y encañazón, o bien con el agregado de un fertilizante foliar en antesis, coincidiendo con lo reportado por Ruiz y col. (2017).
- Parámetros de calidad panadera: porcentaje de proteínas, gluten húmedo y Peso Hectolítrico
El promedio del porcentaje de proteínas y de gluten húmedo (GH) fue mayor en el año 2 (12,5% y 31,1 % respectivamente) en comparación con el año 1 (12,1% y 28,6%). Vale aclarar que en los dos años evaluados, el contenido de proteínas estuvo igual o por encima del valor de base de comercialización 11 % establecido por la Norma XX de calidad para trigo pan. Con respecto al porcentaje de proteína y de gluten húmedo, las interacciones A*DN y A*variedad fueron estadísticamente significativas (P<0.01) (ver Tabla 2).
• Comparando las variedades, ACA 360 (GC1) alcanzó la mayor concentración de proteínas en ambos años con el tratamiento 4, superando en un 12 y 18% a KS (GC 2). El gluten húmedo manifestó la misma tendencia.
• Comparando DN y FF, los mayores valores de proteínas se presentaron en los tratamientos con las dosis de N más elevadas: 4 (13,0 %), 10 (12,8 %) y 8 (12,7 %), sin diferencias estadísticamente significativas entre ellos (ver Tabla 2). Las aplicaciones del fertilizante foliar en antesis aumentaron el contenido de proteínas entre 1,4 y 1,6 % por cada 100 kg de N ha-1 disponible en el suelo para ambos GC (Figura 2). Sin embargo, estos incrementos fueron de menor magnitud respecto a la fertilización en macollaje, coincidiendo con lo publicado por Castellarín et al. op. cit. y Quatrocchio et al. (2004) en que las aplicaciones foliares en antesis son menos efectivas para aumentar el contenido de proteínas cuando el cultivo presenta una buena disponibilidad de nitrógeno antes de este momento. Con respecto al Peso Hectolítrico no hubo diferencias estadísticamente significativas entre los tratamientos de fertilización (Tabla 2). La variedad ACA 360 en el 2018 fue la que presentó el menor valor (73,6 kg Hl-1) y se diferenció estadísticamente del resto (ver Tabla 2).><0,01) (ver Tabla 2).
Conclusiones
- Independientemente del año, los máximos rendimientos se obtuvieron con la variedad Klein Serpiente (GC 2), con la máxima dosis de nitrógeno y más el agregado del fertilizante foliar.
- El mayor contenido de proteínas y de gluten húmedo se logró con la variedad ACA 360 (GC 1), con la máxima dosis de nitrógeno a macollaje.
- El Peso Hectolítrico no presentó diferencias significativas entre las distintas dosis de N y momentos de aplicación.
- En cuanto al momento de aplicación para mejorar el rendimiento y contenido de proteínas en grano en ambos genotipos, no se observaron diferencias significativas entre aplicar la dosis máxima en macollaje, o fraccionarla entre macollaje y encañazón, o con el agregado de la fertilización foliar.
- En los dos años de evaluación se observó que el ambiente ejerce una influencia importante sobre el contenido de proteínas y el gluten húmedo.
Fuente: INTA por Amalia Graciela Manlla, Julio Manuel Castellarin