El trigo comienza a pedir lluvias: hay zonas de Córdoba que entraron en estado de sequía

Un invierno en el que prácticamente no se han registrado precipitaciones derivó en que ya se estén registrados zonas en la provincia de Córdoba que ingresaron en estado de sequía.

La situación, si bien no es grave, podría complicar el estado de lotes sembrados con trigo en las regiones afectadas.

“En Córdoba se evidencia nuevamente un desecamiento, ampliándose el área con déficit hídrico en el centro de la provincia”, indicó la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) de la Nación en su reporte semanal.

Concretamente, este déficit hídrico marcado afecta a los departamentos Santa María, Tercero Arriba, Río Segundo, General San Martín y norte de Juárez Celman.

Vale aclarar que no se trata de las zonas más trigueras de la provincia, que son el sudeste y sur. De todos modos, en estas últimas regiones las reservas hídricas tampoco son demasiado alentadoras: están entre “escasas” y “regulares”, de acuerdo con la ORA.

Panorama

Según este organismo, también en La Pampa y en el oeste de Buenos Aires “se observa un nuevo desecamiento leve, hallándose las reservas profundas actuales entre regulares y escasas. Este nivel de reservas se halla en el límite inferior de lo normal para la zona en el mes de agosto”.

En su último Panorama Agrícola Semanal (PAS), la Bolsa de Cereales de Buenos Aires ya advirtió que “los primeros lotes de trigo ya transitan etapas de entre macollaje y espigazón manteniendo una buena condición de cultivo, pero con un estado hídrico que comienza a descender y un nivel de afectación de enfermedades en ascenso”.

“La falta de precipitaciones en algunos casos comienza a restringir tareas de fertilización. Mientras la ausencia de lluvias persista, a medida que el cultivo crezca y las temperaturas asciendan, la disponibilidad hídrica podría resultar limitante en estadios de definición del rendimiento”, alertó la entidad porteña.

Y continuó: “Si bien a escala global el cereal mantiene una muy buena condición, la falta de reposición de agua en el perfil, sumada al ascenso térmico camino a la primavera, podría impactar negativamente a medida que el cultivo se vuelva más demandante. Los pronósticos continúan marcando ausencia de lluvias que podrían eventualmente reducir la capacidad potencial del cereal en la definición del rendimiento”.

 

Fuente: Agrovoz/Imágen principal, ilustrativa

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